Ciudad de México. – En un evento sin precedentes, el Zócalo de la Ciudad de México se transformó en el majestuoso escenario de la Clase Masiva de Ballet más grande del mundo, dirigida por la distinguida bailarina mexicana Elisa Carrillo Cabrera. Este hito cultural, que congregó a más de 5 mil participantes, se llevó a cabo en el marco de la sexta edición de “Tiempo de Mujeres. Festival por la Igualdad 2024”, promovido por la Secretaría de Cultura de la capital.
El Jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, expresó su entusiasmo ante la magnitud y singularidad del evento, destacando el Zócalo como un espacio de inclusión y difusión de las artes. “Estamos muy emocionados porque esto es único, tenemos conocimiento de que en el mundo jamás se había dado una clase masiva como esta, en la que han participado más de 5 mil personas; muchas niñas y adolescentes”, comentó durante la clausura del evento.
Elisa Carrillo, reconocida por su brillante trayectoria en la danza clásica y su labor al frente de la Fundación Elisa Carrillo Cabrera, impartió la clase con el objetivo de acercar el arte de la danza a personas de todas las edades y promover la apreciación por las artes escénicas. La bailarina, que ha cosechado éxitos como primera bailarina del Staatsballett Berlin, compartió su gratitud por la oportunidad de compartir su pasión por la danza en un lugar tan emblemático.
El evento no solo ofreció una oportunidad para aprender y disfrutar del ballet, sino que también sirvió como un llamado a la inclusión y el apoyo a las nuevas generaciones. Carrillo enfatizó la importancia de soñar y perseguir esos sueños con pasión y disciplina, un mensaje que resonó fuertemente entre los asistentes.
La clase incluyó calentamientos, ejercicios básicos de ballet y la interpretación de coreografías como “Multiplicidad Formas de Silencio y Vacío”, de Nacho Duato, y “México en la piel”, acompañados por la música en vivo de artistas de renombre como la pianista Nodira Burchanowa y el chelista William Molina, además de la participación de Mikhail Kaniskin y miembros de la Compañía Nacional de Danza.
Este evento histórico no solo ha marcado un récord mundial, sino que también ha demostrado el poder del arte y la cultura para unir a las personas y transformar espacios públicos en escenarios vivos de creatividad y expresión. La Ciudad de México continúa consolidándose como un epicentro de eventos culturales que celebran la igualdad, el talento y la pasión por las artes.
