¿Mucho estrés? Conoce cómo cuidar y mejorar tu salud mental

De acuerdo con la Organización Mundial de la  Salud (OMS), la salud mental está determinada por una interacción de factores de estrés y vulnerabilidad individuales, sociales y estructurales.

Por su parte el Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS) señala que es el estado de equilibrio emocional, psíquico y social que influyen en cómo piensa, siente, actúa y reacciona un apersona ante momentos de estrés o vulnerabilidad.

De cara a la realidad, el estrés cotidiano por la escuela, el trabajo, el transporte, el medio ambiente, la violencia, la política, la economía, la inflación, lo social, etc. ponen en duda si una persona goza de una salud mental.

Es por eso que en las siguientes líneas te contamos cuáles son los factores de riesgo, de protección, cuándo es necesario buscar ayuda y algunas recomendaciones, conoce todos los detalles.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo son las características o situaciones que aumentan la probabilidad de un seceso, las que enumeramos son tomadas de la OMS y el IMSS.

  • Crianza severa.

  • Castigos físicos.

  • Acoso escolar.

  • Inseguridad.

  • Amenazas mundiales.

  •  Recesiones económicas.

  • Brotes de enfermedades.

  • Emergencias humanitarias.

  • Desplazamientos forzados.

  • Creciente crisis climática.

Factores protectores

Como su nombre lo indica, refiere a disminuir o mitigar alguna situación, en este caso, sobre salud mental.  

  • Mantener un estilo de vida saludable.

  • Interacciones sociales positivas.

  • Educación de calidad.

  • Vecindario seguro.

  • Cohesión social.

¿Cuándo se debe buscar ayuda?

De acuerdo con la misma fuente, si las siguientes situaciones perduran continuamente por más de dos semanas, es indispensable buscar ayuda profesional.

  • Dificultad para dormir.

  • Cambios de apetito (comer más o menos).

  • Cambios no planificados en su peso.

  • Dificultad para levantarse debido a su estado de ánimo.

  • Perdida de interés en actividades que le agradan o divierten.

  • Irritabilidad, frustración, miedo, inquietud.

  • Dificultad para concentrarse.

Es importante reconocer que necesitas ayuda, crear redes de apoyo, recuerda; sé amable contigo mismo.

Recomendaciones

Si piensas que la situación  indeseada es permanente, lo primero que debes hacer es buscar ayuda y trabajar en tus actividades cotidianas o cambiar unas por otras, atreverte a algo nuevo o desconocido, en suma, pasar tiempo agradable contigo.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) para el proceso de sanación y equilibrio de la salud mental es sustancial el autocuidado, lo cual significa dedicar tiempo a hacer actividades para el buen vivir.

  • Hacer ejercicio con regularidad.

  • Consumir alimentos saludables.

  • Mantenerse hidratado.

  • Establecer un horario para dormir y levantarse.

  • Practicar actividades de relajación: meditación, ejercicios de respiración, escuchar música, leer, etc.

  • Establecer metas y prioridades.

  • Anotar continuamente las cosas por las que está agradecido.

  • Identificar y cuestionar pensamientos negativos y poco útiles.

  • Buscar o mantener redes de apoyo.