Por Dulce Valenzuela
¿Por qué se conmemora el Día de la Candelaria?
Aquí te explicamos la historia de esta celebración arraigada en México desde hace muchos años, la cual mezcló tradiciones prehispánicas y católicas, derivando en la celebración del Día de la Candelaria cada año el 2 de febrero.
En esta fecha se acostumbra una tamaliza, la purificación de las semillas para la siembra, llevar al Niño Dios a la iglesia y la bendición de las velas, además marca el fin de las festividades decembrinas.
- ¿Te salió el muñequito de la rosca de Reyes? Si es así, ya deberías estar alistando el pago de los tamales para el próximo 2 de febrero.
- Los mexicanos disfrutamos cada año de la tradicional tamaliza, pero realmente ¿sabes qué significa la celebración y por qué pagas el precio de sacar el niño?
Origen del festejo
La Fiesta de “La Candelaria” también es conocida como fiesta de la Luz o fiesta de las Candelas (velas), y recuerda el pasaje bíblico de la presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén y la purificación de la Virgen María.
La advocación mariana de la Virgen de la Candelaria o Nuestra Señora de la Candelaria tuvo su origen en Tenerife, España.
Se festeja exactamente 40 días después de Navidad, es decir, el 2 de febrero, debido a que, en ese día, la Virgen se purificó después del nacimiento del niño Dios y llevó candelas a la Iglesia para que estas fueran bendecidas.
En esa época, se acostumbraba que las madres y los niños permanecieran encerrados en su casa durante 41 días, para que la madre pudiera reponerse y purificarse.
La Candelaria en México
En la época del Virreinato la celebración llegó a México con la evangelización de los pueblos indígenas, pues hubo un sincretismo entre estas tradiciones y en nuestro país se volvió costumbre en lugar de bendecir el maíz, comer tamales, como si celebráramos a Tláloc y a Chachitlicuetl, justo cuando se cumplen 40 días después del nacimiento del niño Dios.
Por lo que aquellos que en su rebanada de rosca sacaron al “muñequito” se convierten en los “padrinos del Niño” y tienen que ofrendar tamales, ya que según la tradición se “levanta” al Niño Dios del pesebre para vestirlo.
Los creyentes por lo regular presentan a sus niños Dios en misa, los cuales deben estar adornados con distintos atuendos, y posteriormente invitan a la celebración en su casa donde dan de comer el tradicional platillo mexicano.
Pero no creas que comer tamales es un capricho gastronómico, éstos siempre estuvieron presentes en las ofrendas a los dioses, pues están hechos de maíz, semilla que nuestras deidades usaron para crear al hombre, según la leyenda del Popol Vuh, el libro sagrado de los mayas.
