América ‘baila’ a Cruz Azul y extiende la paternidad

CIUDAD DE MÉXICO.- América lució imponente y derrotó 3-1 a Cruz Azul en un trepidante Clásico Joven que hizo vibrar a la afición azulcrema que se dio cita en el Coloso de Santa Úrsula, en el partido de ida de los cuartos de final del Clausura 2019.

Apenas al minuto 2, el portero Agustín Marchesín le ganó un mano a mano a Orbelín Pineda con una barrida y en una segunda jugada se lanzó sobre Víctor Yotún, pero el árbitro Jorge Isaac Rojas consultó con el VAR y se decidió que no era penal.

El choque entre Marchesín y Pineda fue con las rodillas y la peor parte la sacó el mediocampista celeste que tuvo que dejar la cancha por Jonathan Rodríguez.

América ‘baila’ a Cruz Azul

El Azteca registró una entrada regular, en un duelo que en los primeros minutos estuvo parejo, con ambos equipos con intensidad pero sin imponer condiciones, hasta que al minuto 13 Jorge Sánchez metió una mano en el área y el video arbitraje le avisó al silbante para decretar la infracción.

Milton Caraglio fue el encargado del cobro y engañó a Marchesín al tirar a la derecha del arquero azulcrema para abrir el marcador.

En un tiro de esquina, Bruno Valdez remató rumbo al área chica, pero Igor Lichnovsky desvió con la cabeza para meter el balón en su portería y quitarle la ventaja a los celestes con un desafortunado autogol.

América

Antes de ir al descanso, Roger Martínez recibió una pelota en tres cuartos de cancha, se dio la vuelta, se perfiló y desde la media luna disparó de zurda y metió el balón pegadito al poste del marco de Jesús Corona.

En la segunda mitad Andrés Ibargüen remató de cabeza y estrelló el balón en el poste y los Cementeros se salvaron de un tercer gol que les complicaría más la serie, aunque luego de las remontadas de la Champions, en el futbol y en el deporte no se puede anticipar un ganador hasta el silbatazo final.

Ibargüen le hizo una humillante finta a la defensa celeste, para dejar solo a Roger Martínez, quien cruzó un disparo para vencer a Corona y aumentar la ventaja para unas Águilas que ya habían fallado dos claras de gol.

JLR