México.-Luego de que el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú aseguró que no hubo corrupción en el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), el presidente Andrés Manuel López Obrador contradijo, por segunda ocasión a un integrante de su gabinete, pues, sentenció, “sí hubo corrupción”.
En la “mañanera” de este miércoles, el Ejecutivo federal sostuvo que “se engañó a la gente con un dictamen diciendo que no se podía operar al mismo tiempo el Aeropuerto de la Ciudad de México y el de Santa Lucía”.
Afirmó que en el nombrado proyecto sí hubo prácticas corruptas que buscaban “beneficiar a unos cuantos” porque “se iban a cerrar dos aeropuertos para construir el de Texcoco”, y el actual se iba a urbanizar, un desarrollo inmobiliario similar a Santa Fe, precisó.
Además, López Obrador expuso que el costo estimado para el nuevo aeropuerto “con dos pistas nada más y cerrar dos aeropuertos”, requeriría 300 mil millones de pesos, que al final se elevarían al doble, debido a la corrupción que “por intereses, se decidió construir el aeropuerto en el peor sitio del Valle de México”, donde se producen más hundimientos y no se garantizaba la calidad de la obra.
Por su parte, el día de ayer Jiménez Espriú aseguró ante senadores que el NAIM se canceló por temas de carácter técnico y por el excesivo costo económico y ambiental de la obra, no por corrupción.
“No se tomó a pie de ninguna manera en consideración, a un hecho probable de corrupción o de mal uso de los recursos” declaró el funcionario, quien, también, anunció que el costo de indemnización se elevará a 59 mil millones pesos.
En esta semana el mandatario federal ha contradicho a dos de los integrantes de su administración; el día de ayer el presidente mencionó que la tenencia vehicular no se iba a revivir, como había pronunciado el secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera Gutiérrez.
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