Clase media: 45% de mexicanos creen pertenecer a ella

Por María Fernanda Delgado Ortega

México.- Casi mimetizados con la clase alta según la visión la población de clase baja, (y viceversa), la clase media equivale al 45% de la población mexicana. 

El ser de clase media, actualmente, tiene mucho que ver con creer que se pertenece a ella. En gran medida, la percepción general del mexicano sobre el tema es que una persona que se encuentra en esta posición social cuenta con casa propia, servicios de prepago, al menos un auto, tarjeta de crédito y en general un poder adquisitivo considerable. No se equivocan, la demanda de productos y servicios es consumida considerablemente por este sector, pero es necesario aclarar que, para terminar de cubrir este perfil, estas personas deben tener ingresos de entre 75% y 200% más sobre el promedio nacional. 

¿De dónde salieron? 

La masificación de la educación en México, trajo entre otras cosas el abrumador incremento de la clase media, como una de las consecuencias de los años del “El Milagro Mexicano” (de mediados de 1940 a entrada la década de 1970). Desde entonces, han pasado a formar parte importante de la fuerza laboral del país, ocupando puestos como gerentes, oficinistas, profesionistas o pequeños empleadores. 

Según un estudio realizado por la casa de estudios demográficos De las Heras Demotecnia a principios de este año (Segundo Trimestre del 2019), la mayoría de población de clase media se encuentra en edad madura/vejez; esto tiene bastante sentido, ya que como se mencionó previamente, esto corresponde al incremento del alcance educativo. Cerca de un 20 % cuenta con educación media superior, 26% más cuenta con estudios universitarios, y sumados a estos 4 % cuenta con grados posteriores. 

¿La Clase Media, Conservadora? 

Con una aplastante mayoría católica del 73%, la clase media tiene una opinión bastante conservadora para con distintos temas de actualidad, como es el caso de la legalización de las substancias ilegales, con un 72% de rechazo contra un 21% de aceptación o la interrupción legal de embarazos, con rechazo del 58% y una aceptación del 25%. En lo concerniente a su visión de los matrimonios igualitarios, la opinión negativa gana con un porcentaje (45 %) apenas 3 puntos mayor al de aceptación, por lo que se encuentra polarizada. Contrastantemente, la opinión hacia la eutanasia es bastante favorable, con un 60 % de aceptación. 

Otro aspecto a destacar es que la mayoría de estas personas tienen como su fuente de información más confiable a la televisión (28%), seguido de las redes sociales e internet (23%) y de las personas que prefieren no confiar en ninguno, con un 19%. 

La demanda más importante que tienen hacia el gobierno, según la encuesta, es la garantía de más y mejor seguridad con 56%, la cual comparece ante el 44% que opina que prefiere tener un mayor desarrollo económico. 

 Esto tendrá bastante que ver con la tendencia que tomen las decisiones sociales, pues estamos hablando de un sector de la población que suele estar involucrado activamente en la opinión pública. 

Castillo de Papel 

Otro dato sobresaliente de este estudio arrojó que un 70% de estas personas cuenta con vivienda propia, que en la mayor parte de los casos es una casa (81% contra un 19% que vive en departamentos). Por su parte, las personas que rentan inmuebles son un 24%, mientras que el resto habita propiedades prestadas. Contrastando con la aparente estabilidad económica que denotan los datos anteriores, el total de personas que cuentan con fondos de ahorro, AFORE o alguna otra forma de inversión es de apenas el 22%, lo cual se convierte en un porcentaje aún más alarmante cuándo sabemos que una cantidad considerable de estas personas tiene un crédito hipotecario. 

Frente al Espejo 

En lo que concierne a la visión de sí mismos, la encuesta muestra que la opinión común de ingresos para considerar a alguien de clase media debe ser mayor a $15,000.00 (29%), mientras que igualmente consideran que es este un límite exacto, pues al cuestionar sobre respecto a cuál era el límite de ingresos para subir a la clase alta, este también era de los mismos quince mil (36%), levemente igualado con una percepción de más de $27,000.00 (30%). 

Las ocupaciones laborales les dejan una jornada laboral igual o semejante a las del resto de la población, teniendo como mayoría a una jornada de 7 a 8 horas (38%), seguido de 9 a 10 horas (20%) y más de 10 horas (19%). En lo concerniente a la realización profesional, son una mayoría del 44% los que afirman que están satisfechos con su trabajo, pero no tanto, seguidos por aquellos que, si se encuentran plenamente satisfechos con su empleo, llegando a un 43%. 

¿Desaparecerá? 

Desde el último lustro la clase media ha estado sufriendo dificultades. Comenzando con las condiciones laborales y los cambios que se han tenido en este campo, la certidumbre laboral es ahora menos común de lo que era en las últimas décadas del siglo XX. Curiosamente, también las gráficas demuestran que sólo un 11% de los adultos entre 26 y 35 años se encuentran dentro de esta clase social, en comparación al 54 % de mayores de 46 años; demostrando que cada vez es más difícil subir escaños. Aunemos a esto la caída del 2.1% que han sufrido en sus ingresos, la falta de ahorro e inversiones, y el que la brecha social se haya atenuado, no por mejores condiciones de vida para las clases bajas, sino por el aumento de riesgo de pobreza para todas, nos dejan un panorama poco alentador.