Contingencias afectan distribución de comida para personas de bajos recursos

Tras las constantes contingencias ambientales por Ozono en la capital, el acopio de productos que realizan algunos bancos de alimentos han sufrido mermas que afectan a 34 mil personas de bajos recursos.

Debido a la mala calidad del aire, la Institución de Asistencia Privada (IAP), Alimento para Todos, dejó de recolectar alrededor de 190 toneladas de alimento apto para consumo humano en lugares como la Central de Abasto, tiendas de autoservicio e industria alimentaria.

Dichos alimentos son entregados semanalmente a través de paquetes nutricionales a la población que vive debajo de la línea de bienestar en la Ciudad de México, Puebla, Tlaxcala y Estado de México, según informó a Diario de México, Mariana Jiménez Cárdenas, Coordinadora de Vinculación con el Beneficiario y Nutrición de Alimento para Todos.

“Cuando se activa la contingencia dichos acopios se ven afectados, propiciando el desperdicio de comida que, al no ser entregada a la institución se va a la basura, al tiempo que la población deja de recibir el beneficio con el que cuenta semanalmente”, afirmó.

La institución cuenta con un parque vehicular de 31 unidades utilizadas para el acopio, pero al decretar las contingencias algunos de los vehículos no pueden acudir a la colecta, lo que provoca que los beneficiarios sean perjudicados directamente.

“Nuestros autos están en perfectas condiciones mecánicas, pero como son utilizados para transporte tienen que dejar de circular cuando se aplican las contingencias, por eso pedimos a las autoridades que sean exentos cuando esto ocurra, sobre todo por la actividad a la que se dedican, ya que no podemos dejar sin alimento a los que más lo necesitan”, expresó.

A la semana, Alimento para Todos recopila casi 55 toneladas de víveres de la Central de Abasto, 11 toneladas que se dejan en los mercados, ocho de diferentes industrias, 93 toneladas de las tiendas de autoservicio Walmart; casi nueve toneladas de los Cendis y 13 toneladas de grandes donadores.

El banco reúne a personas voluntarias que dedican su tiempo para empaquetar los alimentos y prepararlos para su traslado a los diferentes centros de beneficencia que requieren el servicio.

“Trato de venir diario. Es la forma más sencilla de ayudar a la gente, y nosotros estamos aquí para hacer paquetes. Vengo unas cuatro horas diarias por lo menos, porque se necesitan manos, son muchas cosas que se tienen que organizar y si no lo hacemos nosotros, nadie podría hacerlo y se echaría a perder todo”, narró María a Diario de México.

 

 

Todo lo que viene de las tiendas de autoservicio, como abarrotes, pan, latas, papel higiénico, pañales y alimentos perecederos, se empaqueta en las bodegas de la asociación, donde unos 10 mil voluntarios por año acuden al llamado de la Institución.

Cada día, explicó Mariana Jiménez, trabajan entre 35 y 42 voluntarios que ayudan a seleccionar, clasificar y empaquetar la mercancía que llega todos los días a las dos bodegas ubicadas en los alrededores de la Central de Abasto.

“La idea es que nuestras entregas sean por paquetes nutricionales, es decir, el alimento se clasifica por grupo de acuerdo con sus características nutrimentales y todos los voluntarios son capacitados para que sepan cómo armar los paquetes”, precisó la Coordinadora.

También Jorge Gutiérrez, de apenas 17 años, destina parte de su tiempo en el armado de paquetes que se cubren con plástico sobre maderas. “Me gusta ayudar. Creo que podemos poner parte de nuestro esfuerzo y tiempo. Además, voy a la escuela y puedo venir las horas que yo quiera sin descuidar mis cosas”, expresó.

Productos como el pan, fruta, verduras y algunos otros perecederos, llegan los lunes y ese mismo día se seleccionan, se empaquetan y posteriormente tienen que salir a los centros de consumo.

“No podemos dejar de ir a recopilar el alimento. Las empresas que nos donan toda esta mercancía no pueden entregar a nadie más la comida y por seguridad prefieren tirar esas 190 toneladas de alimentos que se pierde y deja de beneficiar a más 34 mil personas. Es urgente tomar en cuenta eso”, puntualizó Mariana Jiménez.