Daniel Melero: ¡Sos un genio!

Por Carlos Meraz

Su laburo es resolver los quilombos de los músicos en el estudio de grabación. Unos lo conciben como productor discográfico, otros como diseñador de sonido, pero el bonaerense Daniel Melero prefiere ser reconocido como un científico loco de la música electrónica, de la que es pieza clave para entender al rock argentino.

El genio y artífice detrás de algunos temas de Soda Stereo y Babasónicos, por citar algunos de los más grandes exponentes del rock argentino, impartirá la cátedra en la UNAM, “Ciencia y vocación: el artista como científico loco”, el 1 de septiembre en el Centro de Exposiciones y Congresos de Ciudad Universitaria, como parte de la III Feria Internacional del Libro de los Universitarios (Filuni).

TRÁTAME SUAVEMENTE
El otrora integrante de Los Encargados, aquella banda porteña de culto que compuso “Trátame suavemente”, esa oda techno-pop al amor que inmortalizó Soda Stereo en su álbum homónimo de debut de 1984, charló vía telefónica desde Buenos Aires sobre la música como experimento de locura creativa.

— A tus 61 años de edad, ¿ya eres como el papá discográfico de Babasónicos?
— Ja ja ja. No lo creo, sería como una suerte de hermano mayor.

— ¿Y de Soda Stereo?
— Su amigo, consejero y productor, incluso fui productor de su primer demo.

— ¿Qué sientes que “Trátame suavemente” sea atribuido a Soda Stereo?
— Me resulta agradable que se hayan apoderado del tema de mi autoría. Desde siempre admiré a Soda Stereo y estuve a punto de ser productor de su primer álbum, pero por causas ajenas se decidió que fuera Federico Moura (exmiembro del grupo new wave Virus).

— ¿Daniel Melero es el Giorgio Moroder de la música argentina?
— Admiro su trabajo, sobre todo, para el grupo británico Japan en el álbum “Quiet Life” de 1980. Me gusta que hizo un techno popular y no se obsesionó en
esa corriente, de buscar a toda costa, el techno “inteligente”.

VUELTA POR EL UNIVERSO
Con Gustavo Cerati, voz y líder de Soda Stereo, Melero creó una mancuerna discográfica que alcanzó su cénit con el disco de música electrónica firmados por ambos: “Colores santos”, de 1992, del que se desprende la onírica pieza “Vuelta por el universo”.

— Ese álbum y ese track ¿consolidó una complicidad Cerati-Melero?
— Y la sigue habiendo... Esos sonidos cósmicos eran el resultado de ello, de vernos casi todos los días, de componer y grabar. Algo que continuó en “Dynamo” (1992) y que empezó en 1990, con el tema “Canción animal”.

— ¿Visionario o genio?
— Me considero un téorico de la música. No tuve formación académica y opté por no desarrollar la obsesión por ser un virtuoso de mi instrumento (guitarra y sintetizadores), sino en la habilidad para conseguir un concepto. Me interesa la información. Esa es mi idea actual, tras 350 álbumes producidos, por lo menos.

— Y si como científico, ¿en lugar de una obra artística te sale algo abominable, como un monstruo, como un Frankenstein?
— Frankenstein puede funcionar y lo demostró con el tiempo... lo que ahí no funcionó mucho fue el doctor.