De Chaplin, viajes en el tiempo y erotismo

Por Gerson Gómez Salas

"Chaplin", de José Carlos Mariátegui

Mariatégui afirma que "imaginamos siempre a Chaplin en la traza vagabunda de Charlot... siempre listo para la aventura... como un pequeño Don Quijote..." La quimera del oro le sirve a Mariátegui para explicar en este apasionado texto que se trata de "un retorno sentimental al circo, a la pantomima." En otra película genial de Chaplin, El circo, "ha dado como nunca en el blanco... un logro pura y absolutamente cinematográfico". El arte de Chaplin conquista "el máximo de su función hedonística y libertadora... con su sonrisa y su traza dolorida, alivia la tristeza del mundo".

"Nada es para tanto - Todo está permitido", de Óscar de la Borbolla

Nada es para tanto y Todo está permitido son dos novelas que bien podrían representar al Adán y Eva de la literatura erótica mexicana. En ellas con una prosa deslumbrante e innovadora se cuenta la subversión de dos jóvenes que se rebelan contra el destino con que los amenaza su origen. Historias independientes que se suman en una lectura continúa, porque son hermanas: el sexo, la risa, las escenas extremas y delirantes a que se enfrenta cada personaje arman un mundo paralelo a la realidad, donde se exhibe México en el estilo de uno de los escritores más interesantes de la literatura actual.

"Que no caigan las tinieblas", de L. Sprague De Camp 

Que no caigan las tinieblas es una novela de ciencia ficción estadounidense publicada por primera vez en 1939, en ella se abordan los temas del viaje en el tiempo y la historia alterna. La caída de un rayo transporta a Martin Padway en el tiempo, a la Roma de 537, donde sobrevive a partir de la invención de herramientas y tecnologías pertenecientes a otras épocas históricas. Con una narración ágil, clara, despreocupada y no exenta de comicidad, Sprague de Camp da su propio giro al viaje en el tiempo y la historia alterna, ideal para los jóvenes iniciados en la ciencia ficción.

"El hijo del héroe", de Karla Suárez

A los doce años, Ernesto recibe en La Habana la noticia de que su padre ha muerto en la guerra de Angola. Una guerra en la que, entre 1975 y 1991, participaron miles de cubanos. Ante los otros, Ernesto se convierte en el hijo de un héroe y el peso de esa responsabilidad cambiará su vida. Desde sus distintas edades y distintas ciudades, siempre perseguido por el fantasma de su padre cuya muerte intenta reconstruir, Ernesto reflexionará sobre el largo período de la presencia cubana en África y buscará su propio lugar en el mundo. Una búsqueda que lo llevará a comprender que la realidad puede no ser exactamente como uno piensa. En esta extraordinaria novela, Karla Suárez nos hace partícipes del modo en que la Historia con mayúscula se interpone y condiciona los sueños individuales de libertad.