Ciudad de México.- Luego de que en 2012 Fernando Moreno Santes, indígena totonaca y su pareja sentimental de 16 años, María Inés pretendían casarse bajo costumbres de la comunidad de Tlahuanapa, en Papantla, Veracruz, los familiares de ella externaron su desacuerdo y ambos huyeron juntos.
Debido a esto, se presentó una denuncia contra Moreno Santes, a quien se le señaló por el delito de pederastia, sin embargo, cinco años después fue que se consignó bajo la causa penal 320/17 siendo detenido y encarcelado.
Pero el pasado jueves Moreno Santes se convirtió en el primer indígena en salir de prisión mediante el proyecto denominado “Veracruzano Inocente”.
De acuerdo con el abogado Tomás Mundo, no se acreditó la existencia de delito, razón por la que Moreno Santes recuperó su libertad, toda vez que un juez ordenó al director del Centro penitenciario de Poza Rica proceder en favor del indígena.
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El litigante señaló que cuando Fernando fue arrestado en 2017, él y María tenían dos hijos, una menor de 4 años y un menor de un mes, incluso, dijo, las familias “se habían reconciliado”.
Agregó que debido a que la presunta agraviada nunca señaló ser víctima de abuso, los familiares de Moreno Santes buscaron ayuda jurídica, la cual comprobó mediante un peritaje antropológico que en la comunidad de Tlahuanapa aún se rigen por usos y costumbres, lo que le permitió al acusado mostrar su inocencia y validar su relación con a María Inés.
IMCM
