Desalojo del tianguis de las "pulgas" desató la delincuencia

Por Patricia Guillén 
@patito1811

Sin dinero y en constante búsqueda por tener un ingreso económico para llevar comida a su familia, es como viven los casi 400 comerciantes del mercado de las “pulgas” desalojados desde hace más de un año de San Antonio Abad. 


Los jóvenes que trabajaban en el tianguis ahora se sientan todo el día en sillones a tomar cerveza, el ocio se convirtió en su pasatiempo favorito, pues no tienen empleo al cual dedicarse: la venta de ropa de paca les fue prohibida.


“Ahora regresan los índices delictivos de nueva cuenta en la colonia Tránsito. El chico aquel que se dedicaba a robar una cartera o una cadena ya tenía un trabajo, pero  nuevamente quedó desempleado y tiene que subsistir. No hay respuesta clara del Gobierno de la Ciudad de México. En el operativo del 15 de enero de 2016 dijeron que habían alternativas para nosotros, pero no vemos una respuesta”, dijo David Arévalo, fundador de los mercados de San Antonio Abad I y II.


David Arévalo Méndez también presidente del Frente Nacional del Comercio Informal, ingresó un nuevo escrito a la Secretaría de Gobierno capitalino solicitando una petición de audiencia. “Pedimos ser reubicados todos los que estábamos en las plazas comerciales, ya entregamos carpetas de trabajo, propuestas para ser reubicados en espacios en donde hay cines de pornografía infantil y de adultos; ya lo entregamos a Patricia Mercado, secretaria de Gobierno y a Juan José García, subsecretario de administración”, indicó. 


Susana, vecina del lugar en donde llevaron a cabo más de tres operativos policiacos para decomisar ropa de paca explicó que ella no era vendedora, pero “aún así entraron a mi casa, se llevaron ropa de mis hijos, rompieron los vidrios de mi casa, golpearon a mi hijo, y desgraciadamente eso no lo ve el gobierno de la ciudad; no tenían porqué meterse a mi casa de esa forma”.


Teresa Meléndez, locataria que llevaba más de 25 años en los tianguis, relató que durante los operativos, en las casas nada más se encontraban niños de 7, 8, 9 y 10 años de edad, quienes fueron obligados por policías a tirarse al piso y bajar la cabeza, “los niños quedaron asustados, no tenían que ser violentos con ellos”, relató.


Jesús e Hilario, también comerciantes, insistieron en que sólo quieren trabajar, “estamos acostumbrados a ser buenas personas y no a delinquir, nos quitaron nuestra fuente de trabajo, hay pobreza aquí, hay veces que no hay ni que comer, y no hay respuesta del gobierno”.

Así, mientras el gobierno promueve y presume sus operativos con los que retira a los vendedores ambulantes, éstos han regresado a formar parte de la población de desempleados quienes todavía tienen familias a las cuales matener. "El gobierno capitalino nos ha dejado sin opciones y estamos sumergidos en la pobreza", comenta Hilario mientras ve a su hijo más chico jugar con un par de muñecos que extrajo de la basura. 

"Las autoridades saben que la falta de empleo y la pobreza son de los principales factores que provocan la delincuencia. Sin embargo nos han dejado sin empleo y pobres. No pasará mucho tiempo antes de que los antiguos asaltantes que tenían en que ocuparse y se habían retirado de las actividades criminales regresen a sus vejas andadas; se sienten traicionados y necesitan sobrevivir", comentó uno de los comerciantes desalojados que pidió conservar su identidad en el anonimato.