Por Patricia Guillén
El martirio de Ana y Felipe, los hermanos que vivieron un año en una casa que se inundaba de aguas negras, está a punto de terminar. Este miércoles la delegación Gustavo A. Madero inició la excavación y reparación del drenaje en el predio número 22 de la calle 1509, en la Sexta Sección de San Juan de Aragón, y concluirán este jueves, de acuerdo con la Dirección de Servicios Urbanos de la demarcación.
Con lágrimas en sus mejillas flácidas por la preocupación de retirar todos los días el líquido putrefacto que brotaba de las coladeras al interior de su domicilio, Ana expresó a Diario de México que está contenta porque “por fin están arreglando el problema que tardó un año para ser resuelto”.
“Ya es una presión menos, ahora quiero ver por mi salud. Quiero curarme de mis pies, recuperar mis dientes y tratar mis riñones que debido a que no podíamos tirar agua me aguantaba las ganas de ir al baño; no había de otra, ni modo de molestar a cada rato al vecino”, dijo sollozando Ana.
Enrique Andrade, director de Servicios Urbanos, explicó que el inconveniente fue la descarga de aguas residuales sellada cuando construyeron la casa del terreno contiguo, por lo que automáticamente la suciedad regresaba al hogar de Ana y Felipe.
Andrade también refirió que desde la década de 1950 el inmueble de a lado ocupó la misma descarga de los hermanos, cuando lo correcto es que cada edificación tenga su propio desagüe.
“Por la gravedad del asunto esto se va a resolver de inmediato, ya no es desazolve sino una reconstrucción de drenaje, pero ya quedará todo arreglado”.
El servidor público resaltó que debido a la cantidad de demandas que tienen, no se localizó el incidente real en tiempo y forma.
“Solicitaron un servicio que fue atendido, pero no resuelto; ahora bajo la instrucción del delegado Víctor Hugo Lobo es que abrimos la carpeta para revisar el problema que ya se está resolviendo”.
En tanto, Felipe declaró que “las autoridades deben atender a los vecinos sin la necesidad de hacer tanto alboroto, y que pongan más atención en el trabajo de sus subordinados”.
Diario de México documentó que desde el 9 de marzo de 2016, Ana y Felipe pidieron a la delegación Gustavo A. Madero el desazolve, con número de folio 114128991, y dicho trámite no fue resuelto.
Debido a la circunstancia, los dos hermanos sufrían inundaciones de aguas residuales y despertaban con olores pestilentes. Derivado de ello y ante la falta de la resarcimiento de lo descompuesto, los pies de Ana tienen una severa infección, por retirar los desechos sin protección, en las uñas presenta deformidades y por inhalar los olores su boca ha sido frecuentemente víctima de malestares que la han llevado a la pérdida de sus dientes.
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