Devasta terremoto patrimonio de Don Javier

Por: Hugo Hernández

@DDMexico

Desde del sismo, en el segundo trimestre del año, el número de automóviles asegurados en México aumentó 6.9 por ciento, mientras que el de “Autos sin daño” mostró una variación de 7.6 por ciento, en relación al mismo periodo, pero no todas las pólizas de seguro automotriz tienen la llamada cobertura de “daños materiales”.

Es el caso de Don Francisco Javier Flores Meza, mecánico y dueño de un taller en Av. Santa Ana y Escuela Naval Militar, quien el 19 de septiembre vivió uno de los momentos más lamentables de su vida. Los 16 automóviles que tenía en su negocio fueron destruidos por completo al caer los tres pisos de la construcción sobre ellos.

Javier Flores confesó a Diario de México que desafortunadamente su cuñada y una enfermera que la cuidaba murieron al colapsar el inmueble.

De acuerdo con la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, las aseguradoras habrían presentado un crecimiento real de 1.4% a junio de 2017, respecto al mismo periodo del año anterior.

“Eran 16 vehículos los que estaban adentro del taller ese día, pero todos fueron pérdida total. Ninguno se pudo salvar, incluso todavía no terminamos de sacarlos”, dijo Flores.

Los daños materiales causados por los recientes sismos en México podrían ascender hasta 10 mil millones de dólares, según una estimación preliminar de Enki Research, organización especializada en evaluación de desastres naturales. Las mayores afectaciones patrimoniales incluyen vehículos, viviendas, oficinas y negocios.

Don Javier, no sólo perdió su negocio sino que además sufrió la pérdida de su cuñada y, aunque su esposa también estaba con él, ambos lograron salir con vida.

“Las aseguradoras de los autos que tenían póliza han ido cubriendo el pago de los carros, pero desafortunadamente no todos contaban con una póliza de seguro por desastre natural, por lo que tendré que cubrir el daño”, explicó.

Miguel Iván Hernández Arias, director General de Producto en ComparaGuru.com recomienda a los propietarios de un auto revisar la póliza contratada y verificar que la cobertura de daños materiales esté incluida, específicamente en el rubro de desastres naturales. Si este es el caso, el coche está amparado contra el daño total o parcial que resulte de un desastre natural (sismos, incendios, rayos, explosiones, ciclones, huracanes, tornados, granizo, erupciones volcánicas, entre otros). La aseguradora comprende una pérdida total cuando los daños representan más del 50% en el vehículo.

El taller de Francisco Flores estaba asegurado con una póliza de ‘daños por responsabilidad civil’; no obstante, a tener ese tipo de cobertura omitía el riesgo que implica la destrucción por un desastre natural que impide a la aseguradora resarcir el daño.

“La pérdida total de los 16 autos costó poco más de un millón de pesos, además de que la construcción era de tres niveles, con el taller en la planta baja, un departamento en el primer piso y un segundo departamento en el tercer piso”, recuerda Don Javier.

Para Flores, el futuro es incierto, pues tendrá que invertir por lo menos unos tres millones de pesos para volver a construir su taller, el cual tenía más de 15 años. Para reportar el daño a la aseguradora, el afectado deberá tener el número de póliza, la factura del auto o algún documento que acredite la propiedad y una identificación oficial.

Un ajustador es el encargado de evaluar los daños y determinar el pago por ellos. El tiempo de respuesta de la aseguradora para otorgar la indemnización es de 5 a 30 días hábiles, detalla Miguel Hernández. “Con los autos que no estaban asegurados sí tengo un problema.

Son ocho que están completamente inservibles, pero me asesoraron en la delegación de Coyoacán y aseguran que se trata de una responsabilidad civil, pero cuando hay este tipo de catástrofes no hay una responsabilidad plena”, declara Don Javier Flores.

Flores Meza no tiene claro cómo conseguir un espacio para instalar temporalmente su taller, también no puede dejar en el desamparo a sus clientes que confiaron en él y perdieron sus autos en el sismo. “Tengo una responsabilidad moral con ellos. No los puedo dejar así y estamos negociando en los mejores términos.

Aunque no estoy en condiciones, sí tengo la disposición de asumir la responsabilidad moral que tengo con ellos”, sostiene.