El Fantasma que camina (primera de dos partes)

Por Francisco X. López

“¡Juro dedicar mi vida a destruir la piratería, la codicia, la crueldad y la injusticia! ¡Y mis hijos, y sus hijos, continuarán mi lucha!”.

Leon Harrison Gross, era un chico normal de Missouri a principios del siglo XX, pero algo le separaba de los demás, tenía un talento especial para la música, el dibujo, la actuación y la escritura. Fue editor del periódico de su preparatoria y estudió literatura en la Universidad de Illinois.

A los 19 concibió la idea de una tira cómica acerca de un ilusionista, la cual se convirtió en Mandrake el mago, un gran éxito que le aseguró la fama con apenas 25 años de edad.

Al terminar la universidad cambió su nombre a Lee Falk, y de esa manera sería celebrado y recordado por generaciones. Falk se promovía como un hombre de mundo, educado en múltiples viajes y con estudios sobre las culturas asiáticas; nada de esto era cierto, pero esa imagen le sirvió a la hora de presentar su segundo personaje, uno inspirado en personajes como El Cid, el rey Arturo, El Zorro, Tarzán y Mowgli.

En 1936 jugaba con la idea de un joven millonario que, de noche, combatía a los criminales, ocultando su rostro con una máscara, pero cuando ya tenía avanzado el guión decidió cambiar el escenario a la selva africana y sustituir a los pandilleros por piratas. Su personaje se llamaba Jimmy Wells y su álter ego era The Grey Ghost (El Fantasma Gris), pero al cambiar el escenario de su historia desarrolló el concepto del héroe por herencia y el nombre quedó establecido como Christopher “Kit” Walker, el hombre detrás de máscara de The Phantom.

Incorporando elementos de las novelas de aventuras, construyó toda una mitología alrededor de su personaje, el cual tenía todas las características que agradaban a los lectores de aquella época. Para diseñar la imagen del personaje tomó como referencia a Robin Hood, que usaba mallas ceñidas, las cuales modificó para hacerlas un disfraz de cuerpo entero con botas, unos calzoncillos y un emblema; además tomando un elemento de la escultura clásica griega, decidió que los ojos de su protagonista no se verían a través de su antifaz. Sin imaginarlo, Falk había establecido los elementos gráficos esenciales de los superhéroes que nacerían unos pocos años después.

Con su nueva tira ya delineada se presentó en las oficinas del King Features Syndicate y vendió al Fantasma, el cual comenzó a publicarse el 17 de febrero de 1936. La historia era simple, en 1536, Kit Walker presenció el asesinato de su padre a manos los piratas de la hermandad Singh; fue rescatado por la tribu Bandar del ficticio país de Bangalia. Tiempo después encontró en la playa un cráneo, que pertenecía al asesino de su padre; tomándolo juró dedicar su vida a combatir el mal.

Aprendiendo de las leyendas Bandar acerca de un hombre que saldría del mar para liberarlos de la esclavitud, creó su disfraz y la identidad del Fantasma. Los Bandar le mostraron la antigua cueva en forma de Calavera y, desde entonces, formaron una alianza irrompible.

Durante 70 años, Kit y sus descendientes lucharon contra la maldad, dando origen a la leyenda del hombre que no puede morir. Había nacido así, el primer superhéroe.

Continuará...

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