El Tata aprueba su primer año como DT del Tri

Por José Luis Rivera | @jlgoooya

Cuando llegó Gerardo Martino a la dirección técnica del Tri fue claro en reconocer que aceptó la propuesta porque en el análisis detectó que había material para trascender en el futbol internacional y está en el proceso para cumplir con sus objetivos.

El proyecto de la Selección Nacional debe ser a largo plazo, porque después de Qatar 2022, México será anfitrión de la Copa del Mundo 2026 junto a Estados Unidos y Canadá, y la meta debe ser tener un equipo que pueda competir contra las potencias.

El ‘Tata’ se ha enfrentado con los mismos problemas de sus antecesores, entre ellos, el poco apoyo de los dueños, porque sus clubes son la prioridad, además de los compromisos con los patrocinadores y, en especial, con la indisciplina de los jugadores que estaban acostumbrados a ser “los dueños de la selección”.

En el proceso, el estratega argentino tuvo que lidiar con una negativa de Jesús Manuel Corona para reportar, bajo el argumento de una lesión que no se pudo comprobar, además de los permisos solicitados por Javier Hernández y Héctor Herrera para no acudir a la Copa Oro.

El ‘Chicharito’ es también el protagonista del último conflicto tricolor, porque fue el principal señalado con la fiesta de algunos jugadores en Nueva York, durante la Fecha FIFA de septiembre, que fue la última vez que el delantero del Sevilla fue convocado, sin que el argentino tenga permiso de la FMF para explicar sus razones.

También tuvo que aceptar que Carlos Vela, el mejor futbolista mexicano y que estaba dentro del análisis inicial, no desea jugar con el Tri, en cambio, con los problemas mencionados, Martino le ha dado oportunidad a algunos jóvenes, lo que le brinda confianza de cara a 2020, con José Juan Macías, Uriel Antuna, Francisco Córdova, Érick Aguirre, Cristian Calderón y Roberto Alvarado.

Lo mejor del primer año fue cumplir con el título de la Copa Oro, al vencer en la final a Estados Unidos, mientras lo peor y su único resultado negativo, fue la goleada de Argentina, que le propinó un humillante 4-0.