Por Nadia Venegas
Con calles y banquetas destrozadas es como se encuentra la zona de San Ángel, en la delegación Álvaro Obregón.
De acuerdo con versiones de vecinos del sector, esto se debe a la proliferación de comerciantes y al aumento de visitantes, luego de que se les permitiera operar con impunidad.
“Puedes ver la plaza, las calles ya ni el empedrado tienen”, comentó Rogelio Martínez, “el problema es que todos los fines de semana, cuando hay festivales o eventos culturales está lleno de puestos que a veces ni permiso tienen”.
“Es un problema caminar por aquí los sábados en la tarde, no por la gente, sino por todos los puestos que se instalan”.
En un recorrido se constató que existen deterioros en vialidades como Amargura, Madero, Arteaga, Frontera, Altamirano y Juárez.
Además del desprendimiento de piezas en los suelos de San Jacinto, en el centro.
Las calles tienen problemas en el empedrado, hundimientos y algunos baches, tanto en banquetas como en carriles para vehículos.
Según autoridades delegacionales, existe un programa para la rehabilitación de espacios públicos; sin embargo, a calificación de los colonos, no se respeta la identidad del área.
“Por ejemplo, si tenemos un bache lo reportamos y regularmente sí lo atienden, pero no le ponen el empedrado, llegan, lo llenan de asfalto y se puede ver la diferencia con el resto de la calle”, dijo Rosario Gálvez.
San Ángel se declaró Patrimonio Cultural desde el 5 de agosto de 2010, cuando se publicó un decreto en la entonces Gaceta Oficial del Distrito Federal.
Entre los aspectos que le otorgaron este distintivo está el de la conservación de inmuebles antiguos, plazas y calles, resultado de una dinámica urbana que considera el equilibrio ecológico, artístico y arquitectónico.
Destaca también la relevancia de las expresiones culturales que han perdurado desde hace cuatro siglos, y que los habitantes han procurado, pues es la identidad de este lugar, que se encuentra al interior de la Ciudad de México.
