Entrometido en el Año Nuevo 2019

Por Mike Volta

Por fin estimados lectores, llegó el año 2019. 

No es ninguna sorpresa, es bien sabido ya que en este nuevo año los retos son aún mayores para nuestro país, pero principalmente para nosotros, el ciudadano de a pie, en lo individual, ya no se trata de que el gobierno nuevo nos dé; sino que no nos quite. 

Muchos mexicanos lo inician sin trabajo al haber sido despedidos, bien sea por las decisiones tomadas por el nuevo gobierno con la finalidad de eliminar privilegios y dar la idea de austeridad republicana, o porque muchas empresas prevén no soportar la embestida de los nuevos salarios y posibilidades de crecimiento; otros por depender directa o indirectamente de los proyectos que no se van a realizar. 

Otros en su mayoría burócratas no son despedidos, pero se quedan a trabajar con un salario menor y sin beneficios como el seguro de gastos médicos mayores y otros; difícil será lograr que ese personal tenga eficiencia y productividad en su trabajo sin aliciente alguno; ¿de dónde obtendrá su ingreso para cumplir con los compromisos adquiridos, tales como escuela, casa, créditos etc? Se rogaría por indulgencia en los acreedores, cosa muy dudosa ya que la cadena de sucesos también los afectará a ellos y no tienen porque pelearse con sus recursos. 

En este año 2019 será crucial cuáles serán los efectos a corto plazo de las políticas y programas en materia de trabajo que ha anunciado el nuevo gobierno; así como aterrizar eficazmente en el plano jurídico, los nuevos tribunales de trabajo y sobre todo en toda la República, la efectiva justicia laboral; lo que se antoja en exceso complicado ya que si anteriormente el principal problema era la falta de presupuesto; ahora con la austeridad republicana y con funcionarios de cuarta, la composición de estos tribunales y los organismos conciliatorios pinta para un desastre y más cuando la democracia sindical exigirá tribunales de trabajo de altura. 

Este año será el parteaguas para empezar a sentir los efectos de la cuarta transformación o la transformación de cuarta; será el darse cuenta que no es lo mismo estar en campaña que ser ahora el Gobierno y estar sometido voluntariamente al diario escarnio público con estas tempraneras ruedas de prensa ridículamente tediosas en la cual hemos visto que seguiremos escuchando el mismo cuento “todo estaba mal, yo lo pondré bien, pero les va a doler mucho, ténganme paciencia”. 

En realidad muchas de las esperanzas se desvanecieron con la decisión de cancelar el proyecto Texcoco, bajar salarios a funcionarios, el grave problema con el poder judicial y ahora este lamentable Puebla-gate. 

Sabíamos que la inseguridad no cedería por arte de magia, que la gasolina no bajaría su costo, que todo lo que ha sido prometido era difícil y casi imposible de realizar......aún así el primero de julio se decidió por esta opción; muchos fueron defraudados casi de inmediato y otros están en capilla porque aquel a quien creyeron su Salvador, resulta ahora ser su verdugo. Un verdugo nervioso, anciano, chimoltrufio y ahora además cobarde y autoritario. 

Sigue habiendo corrupción, autoritarismo, malas decisiones y peores expectativas.  

Así que estimado lector si usted cree que su futuro dependerá de lo bien o mal que lo haga el gobierno; será mejor que cambie de estrategia y vea por trabajar en beneficio de usted mismo y su familia. 

No nos extrañe que en algunos meses, de seguir las cosas así, la gente diga “cuantos más AMLO” y se den cuenta los de este Gobierno que lo necesario era cambiar lo que estaba mal y fortalecer lo que estaba bien; pero seguro no se entenderá, su soberbia, que fue lo que siempre atacaron ahora se vuelve la sopa de la propia medicina, lo que será; hasta que 30 millones o más liberen al KRAKEN. 

Por cierto, ¿ya bajó la gasolina?

 

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