Por Mike Volta, con la colaboración de Isabel Falcone
Por ahí leí algo que se le atribuye a Porfirio Díaz...
"No se puede estar nunca tan bien, que no se pueda estar mejor, ni se puede estar tan mal, que no se pueda estar peor.”
Es muy difícil aceptar que los problemas de los mexicanos son causados por los propios mexicanos, somos nuestros propios enemigos.
En sus tiempos decía Don Porfirio Díaz: "la razón por la que le va mejor a Estados Unidos es que una vez que alguien gana la presidencia, el pueblo y los políticos se le unen para trabajar por la nación.
En cambio, en México, en cuanto alguien toma el poder, todos, enemigos y antiguos amigos, se ponen en su contra".
La historia se repite:
Al grito de guerra dice el Himno… pero parece que siempre es entre nosotros.
Históricamente nos atacamos en vez de unirnos porque es una costumbre heredada por generaciones.
Cuando México firmó su acta de independencia, el 27 de septiembre de 1821, nuestro primer día como nación libre, iniciaron las hostilidades.
Unos a favor del imperio, otros, de la monarquía; obvio con reyes diferentes. Otros a favor de la república, pero unos la querían federal y otro central. El siglo XIX, fue marcado por tales conflictos.
Cuando en la independencia se vislumbró un acuerdo, en un congreso se nombró emperador a Iturbide como Agustín I; al día siguiente, los pelearon a su favor ya estaban en su contra.
El primer presidente, Guadalupe Victoria, tuvo de enemigo Vicente Guerrero, su vicepresidente; quien al llegar a la presidencia también tuvo de enemigo a su vicepresidente, Anastasio Bustamante.
Otros contrarios fueron Benito Juárez y Valentín Gómez Farías, como fórmula de gobierno.
En los sucesos de la invasión extranjera donde perdió MÉXICO parte de su territorio; mientras los ejércitos invasores avanzaban por territorio nacional los líderes nacionales competían entre sí por el poder.
El presidente Mariano Paredes, al mando del mejor ejército del que México había dispuesto en su historia, en vez de defender a la nación de la invasión lo usó para defender su poder.
Mientras Mariano Salas, estaba en la capital de México proclamando el inicio de otra monarquía.
Y así los yanquis sin mucho problema se dirigían a Palacio Nacional.
Ya en la Revolución Mexicana, nuestros "héroes", más bien “caudillos” se mataron entre sí. Todos pasaron a los libros de historia como paladines de la Justicia; y sus nombres en oro en el Congreso.
El héroe Carranza mató al héroe Zapata, el héroe Obregón mató a los héroes Villa y Carranza y el héroe Plutarco Elías Calles mató al héroe Obregón y el héroe Calles fue expulsado del país por el héroe Cárdenas.
Guerrero quería derrocar a Victoria, el proyecto de Bustamante era quitar a Guerrero; el proyecto de Santa Anna era quitar al que estuviera; el de Juárez fue quitar a Santa Anna y el de Díaz quitar a Juárez.
Madero quitar a Díaz; Obregón quitar a Carranza y Calles quitar a Obregón.
Y así tenemos que el proyecto de Fox era quitar al PRI... Calderón de quitar a Fox, Peña de quitar a Calderón. Y todos para que no llegara AMLO. Y AMLO también contra todos.
Y así volvemos a reflexionar, sobre aquellas palabras citadas de Porfirio Díaz: "ya es hora de que dejemos de unirnos para atacar al presidente, ya es hora de que el proyecto de nación deje de ser quitar al que tiene el poder".
Estados Unidos son potencia mundial porque trabajan en equipo y porque a pesar su mediocre actitud ante muchas cosas, ante todo respetan a sus instituciones y a su presidente, mientras aquí tenemos grandes baluartes como Fernández Noroña en la tele golpeándose contra el Estado Mayor.
En este momento decisivo de nuestra historia vemos una vez más a Masiosare (un extraño ¿Enemigo?) enfrentando a todos contra todos.
Dicen que el pueblo unido jamás será vencido.
¿Cuándo será el día en que México esté unido?
Tal vez ese día si logremos derrotar a ese extraño enemigo interior.
Porque si no... se liberará al Kraken!!
