Entrometido y cleptómano

Por Mike Volta

¿Y qué tanto es tantito?; por  favor estimad@ lector@, ahorita que está de moda y en boca de todos, permítame robarle un poco de su tiempo y hacer unas Volta reflexiones Entrometidas, explorando esa sensación  provocada  por ese adrenalínico momento, en que nos damos cuenta que: “ya chingamos”!!! y pues vale la frase usada; paladeando el momento en que se ha consumado el hurto, el robo, esa agradable sensación de superioridad que nos dá a los mexicanos cuando por fin nos reímos al sabernos poseedores de lo que no es legítimamente nuestro, Y eso, insólita y estúpidamente da bienestar.

Esa bonita costumbre que tenía pepito de volarse las canicas, de tomar monedas de la bolsa de su madre sin que se diera cuenta, de quedarse con el cambio de las tortillas, de agarrar dulces de la tienda sin pagarlos y sin ser visto por el tendero; de entrar a una tienda de autoservicio y darse cuenta que con facilidad te puedes llevar unos cassettes de rock.....al fin que a nadie le gusta YES.

Gran recuerdo de esta famosa película escrita producida, actuada y dirigida por Woody Allen “Robó, huyó y lo pescaron” ...... Que pena, robar y que te cachen!! pero  si no te cachan o te descubren, pues no pasa nada!!

¿La cleptomanía sería un síntoma de inteligencia, locura o estupidez?

¡¡Pues pareciera que en Mexico ya no está mal visto robar.....digo no tiene tanta importancia....quien no lo ha hecho.....es una travesura!!

Solo que las travesuras les son dables a los infantes; y ahora a los ancianos y más cuando ostentan puestos públicos de embajadores o presidentes de la republica.

Mientras la pena nos embarga porque al imbecil del quizá próximo perdonado embajador de Mexico en Argentina; no le salió la sustracción del libro que a todas luces quería “carranzearse”; al presidente le salió a la perfección el numerito de quitar de los rendimientos de los ahorros bancarios un 50% más del año pasado; lo que es peor, robo en despoblado!! Robar a los ricos y a los ahorradores, con el pretexto de dárselo a los pobres, miren que chingon nos salió el señor.

Sólo que ahora la justificación, es que todos cometemos errores, es que quien dijo que no iba a tolerar corrupción ni más robos, está empecinado en que su capricho sea la medida para considerar punibles las conductas.

Mientras parece estar bien visto, el que un funcionario de alto nivel tome en forma descarada lo que no es suyo, lo “cachen” y lo perdonen; aquí con lujo de violencia despojan y les rompen sus artesanías a quienes pretendían vender en la vía pública.

Es la sinrazón y la incongruente filosofía de la 4T, ¿acaso no se siente traicionado?

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