Errores globales

Por Gerson Gómez Salas

No hay duda alguna, Donald Trump repetirá como presidente de los Estados Unidos de América.

Lo hará basado en la única estrategia posible. En denostar a su oponente. Lo acusará de decrepitud. De la posibilidad real de no terminar, en caso de ganar el demócrata, por su alta edad.

Joe Biden descarrilo al candidato popular de los demócratas, Bernie Sanders.

Trump el presidente ha sorteado, después de la crisis del 29, la peor época global. Lo ha hecho a su estilo. Con su manera de gobernar. Apoyado por expertos golpeadores de la opinión pública.

Su sonrisa anaranjada, la textura de su piel y el lema contundente, de volver américa blanca de nuevo, ese es el significado de make america great again.

A Trump lo avalan el logro económico, de sentar a sus homólogos mexicano y canadiense, para renegociar un tratado económico.

Insuflado Trump con la visita de Andrés Manuel López Obrador en medio de la pandemia mundial, para formalizar algo ya entrado en vigor, los mexicanos se preguntan si Ricardo Anaya o Meade habrían asistido a la Casa Blanca.

Con una economía tan frágil como la nuestra, no es la pregunta adecuada. Sino cuantas veces Anaya y Meade ya se habrían reunido con Trump, incluso para solicitar apoyo en territorio nacional del FBI y la DEA, para frenar a los carteles mexicanos.

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