Espada de Dos Manos: Las premisas contra el coronavirus del gobierno de López Obrador

Por Marcelo Fabián Monges

Escritor y periodista

Los mexicanos miran entre azorados y perplejos cómo todo el mundo toma medidas contra el coronavirus menos su gobierno. La única medida y casi la exclusiva receta que tiene el subsecretario Hugo Gatell contra el coronavirus es recomendar el lavado de manos, durante muchos minutos.

Mientras en otros países se toma la temperatura a todos los que arriban a un aeropuerto, o se cancelan los vuelos, e incluso se cierran fronteras, en México según el gobierno de López Obrador nada de eso es necesario.

El viernes 13 de marzo la conductora del noticiero nocturno de Milenio Televisión, Azucena Uresti tuiteó: “Hay una gran incertidumbre sobre si #México está tomando las medidas necesarias para controlar el #coronavid19 En nuestro país, apenas se han aplicado 500 pruebas contra el #Covid19... de cada 100 mil habitantes, solo el 0.3% han sido revisados #AzucenaxMilenio”. La fuente en la que se basó la nota de Azucena Uresti es el subsecretario de Salud Hugo Gatell.

También el 13 de marzo, el periodista Carlos Loret de Mola tuiteó: “Perdón por confiar en los “datos oficiales” del gobierno y poner el tuit de abajo. Ya descubrimos que lo presentado en la mañanera es una BURDA manipulación: las 9,100 son pruebas disponibles de coronavirus. Las realizadas son, en efecto, poquísimas: 395”.

Y luego, en otro tuit, perteneciente a ese “hilo” Carlos Loret escribió: “En México hay pocos casos porque el gobierno casi no está haciendo pruebas. O sea, no se los quieren encontrar”.

El gobierno de López Obrador tuvo al menos dos meses y medio para prepararse para el coronavirus, pero, como era de esperarse, en realidad no hizo nada.

A esto hay que sumarle la actitud del presidente López Obrador de restarle importancia al tema, desde el púlpito presidencial de las mañaneras, hasta el hecho de no cancelar sus eventos, actos de campaña permanente, aunque ya esté en la presidencia.

Todo esto nos da la suma de que el gobierno de López Obrador no tiene ni protocolos, ni medidas claras, ni acciones concretas contra el coronavirus. Sinembargo, no es así. El gobierno de López Obrador,sí tiene un plan de cómo enfrentar el tema del coronavirus. Este está basado en algunas premisas básicas. Veamos:

 

La Ley del menor esfuerzo

Tomarle la temperatura a todos los pasajeros que llegan al aeropuerto, es un trabajo. Elegir a algunos nada más, a dos por vuelo, como lo ha hecho este gobierno de López Obrador en un vuelo procedente de Italia, por ejemplo, es más fácil, y sobre todo menos trabajo. Claro, lo más seguro es que “tu cerco sanitario” sea un colador. Darle la importancia debida al coronavirus implica ponerse a trabajar.

Poner a alguien en cuarentena significa un trabajo. Cuidarlo que no ande ambulando, como hacen en la mayoría de los países, incluso con la clara advertencia de que serán detenidos, porque ponen en riesgo al resto de la población, es un trabajo. Preparar salas especiales en la mayoría de los hospitales para enfermos de coronavirus o destinar hospitales especiales para estos significa un trabajo. Y el gobierno de López Obrador no está dispuesto a realizar ninguno de esos trabajos. López Obrador está acostumbrado a arreglar los problemas con discursos, aunque esto no concuerde con la realidad y tiene en Hugo Gatell, el subsecretario de salud, al hombre ideal para hacer lo mismo. Hugo Gatell está más preocupado por mantener su protagonismo permanente y por alabar al presidente que en la salud de los mexicanos y, por lo tanto, en tomar medidas reales contra el coronavirus. Algo que he dicho siempre es que el nivel de lambisconería al jefe es directamente proporcional a la inutilidad del funcionario. Hugo Gatell es un excelente ejemplo de esto.

 

Primero el dinero

Entre las premisas de acción del gobierno de López Obrador contra el coronavirus está que primero está el dinero, después, si acaso, la salud de los mexicanos. Entonces por ejemplo, no se suspende el Vive Latino. Y si se trata del dinero de ellos, con mayor razón.

Cancelar el Vive Latino, por ejemplo, implica pérdidas económicas, sobre todo porque el gobierno de Claudia Sheinbaum tendría que devolver a los organizadores del festival el dinero que recibió para su autorización. Entonces mejor hacemos de cuenta de queno pasa nada y primero se llevan el dinero y después piensan en la salud de la gente.

Durante la entrada al Vive Latino se detectaron a 27 personas con fiebre. Algo que en cualquier otro país prendería las alarmas. Acá se descartaron como por decreto que tuvieran coronavirus, esto, a pesar de que nunca les hicieron la prueba de coronavirus, menos los pusieron en cuarentena.

 

La economía antes que la salud

 

López Obrador sabe mejor que nadie que con crecimiento cero, como el que tiene, si toma medidas en serio contra el coronavirus, la economía en general se verá afectada y entonces quedará en menos cero. Pero lo contrario, de tomar medidas en serio, es pagar ese precio en números de personas enfermas y de muertos. Algo que sin duda a López Obrador no le preocupa ni le quita el sueño.

Ante los cuestionamientos el gobierno de López Obrador sigue un par de recetas básicas, atacar a quienes lo cuestionan, una práctica constante de este gobierno, y en voz del subsecretario Hugo Gatell decir que la mitigación es la estrategia que ha elegido México, porque al virus no se le puede detener y la recomendación de lavarse las manos durante muchos minutos. Hugo Gatell así termina siendo seguramente uno de los funcionarios más inútiles en el mundo para enfrentar al coronavirus.

Pero por si a alguien le quedara dudas de esto, Hugo Gatell, el subsecretario de salud, el hombre a cargo de enfrentar al coronavirus desde el gobierno en México, ayer dijo que: “Les voy a decir una cosa muy pragmática, casi sería mejor que padeciera coronavirus, porque lo más probable es que él, como la mayoría de las personas, se va a recuperar espontáneamente y va a quedar inmune, y entonces ya nadie tendría esta inquietud sobre él.”.Y para terminar de completarla, ante la pregunta de una periodista, de si el presidente podría contagiar de alguna manera o no? ¿como portador?  Hugo Gatell respondió: “la fuerza del presidente es moral, no es una fuerza de contagio.”

Digamos, lo que hace y dice Hugo Gatell no resiste ningún razonamiento. En ninguna parte del mundo sostendrían en el cargo a un funcionario que diga barbaridades como esas al frente de la lucha contra el coronavirus.

No faltan por otro lado, los seguidores de López Obrador, que en su fanatismo irracional plantean que el resto del mundo está equivocado en cómo enfrentan el coronavirus y los únicos acertados están en el gobierno de López Obrador.

Cuando alguien cree que todo el mundo está equivocado, y que el único que está bien es él, lo más seguro es que el que esté rotundamente equivocado, sea esa persona, y no todos los demás. Para decirlo de forma más clara, sobre todo en un caso de emergencia, lo más seguro es que quién estécompletamente idiota, sea el que cree que todos los demás están equivocados.

 

Ocultamiento de casos y esconder los muertos.

Pero las premisas del gobierno de López Obrador necesitan forzosamente de otros dos postulados aberrantes necesarios, que son el ocultamiento de casos y la decisión de esconder los muertos.

Sin estas dos premisas, la dimensión de la tragedia quedaría al descubierto y con ello la política criminal del gobierno de López Obrador.

Habrá quienes dirán, ¿Pero no es mucho? ¿acaso que se puede esperar del gobierno de alguien que miente todos los días como por deporte?

El viernes 13 de marzo Azucena Uresti tuiteó: “Las actas de defunción de las personas que han fallecido por medicamento contaminado en el Hospital de @pemex en #Tabasco, “misteriosamente” aparecen con muerte natural. La Fiscalía y el Gobernador se deslindaron del caso #AzucenaxMilenio”.

¿Acaso en este caso no están escondiendo los muertos por las hemodiálisis mal hechas en los hospitales de Pemex? ¿Acaso no lo hicieron con los muertos de los sismos en 1985 y también en septiembre de 2017? ¿Acaso no denunciaron familiares de personas que estaban en el edificio de Álvaro Obregón 286 que sacaban los muertos por atrás y de noche? Estas denuncias incluyeron a algunos de los equipos internacionales de rescate. En este caso era el gobierno de Miguel Ángel Mancera. ¿Pero Acaso no lo han hecho distintos gobiernos en México en diferentes momentos frente a distintas tragedias?

También el 13 de marzo la conductora Azucena Uresti tuiteó: “La mayoría de las personas que acuden al @RespiraINER para realizarse la prueba del #coronavid19 son catalogados como no candidatos... los que sí son candidatos pero no tienen seguridad social deben pagar $1,800 pesos para ser diagnosticados #AzucenaxMilenio”. ¿Acaso esto no es una muestra clara y contundente de que el gobierno de López Obrador no quiere ni saber cuántos casos hay en realidad de coronavirus y personas enfermas con este mal?

El tema de esconder los muertos.Lo hizo Rusia en el accidente de Chernobyl. Lo hacen los gobiernos menos transparentes, los más irresponsables y los más autoritarios. López Obrador no será la excepción.

Arturo Elías Ayub, yerno de Carlos Slim, tuiteó el sábado 14 de marzo:

“Hoy me avisaron de otros 2. Son ya 18 CONOCIDOS MÍOS confirmados positivos de #CODVID19 , si yo tengo 18 conocidos en México debe de haber cientos o ya miles. PORFA PORFAPORFA, exageren en sus medidas de cuidado. Sobretodo, el no asistir con mucha gente.”Su tuit hasta este domingo tenía 9,700 RT y 23,100 me gusta.

Lo cuál es un claro reflejo de a quién le cree la gente, si al gobierno de López Obrador, o en este caso a Elías Ayub.

Pueden ponerle la firma que esta es la realidad.

Ya la semana pasado, un hombre que es proveedor de hospitales, me dijo que estaban anotando los muertos por coronavirus como si fueran por neumonía atípica. Algo que no sería extraño para nada. Alguien debería estar exigiendo los datos de cómo y por qué se han incrementado, en caso de que así sea, los muertos por neumonía, por neumonía atípica y por influenza.

 

 

Atacar al que lo cuestione.

 

La periodista Paola Rojas, dio a conocer, en entrevista con Francisco Moreno, médico internista, infectólogo y responsable del programa de Coronavirus del Hospital ABC, que en ese nosocomio hay nueve casos confirmados de coronavirus.  Esto también el viernes 13 de marzo. Bueno, por esto salieron a comérsela vivos los bots del gobierno, sus seguidores y varios de sus propagandistas habituales como Jenaro Villamil, quien le reclamó que esos casos no fueron confirmados por el INDRE.

Jenaro Villamil al respecto le tuiteó a Paola Rojas: “Todos los casos de #Coronavirusmexico deben ser confirmados por el INDRE, no por médicos o directores de hospitales, públicos o privados, informó @HLGatell. De confirmarse los casos del Hospital ABC se incorporarán al conteo oficial”.

Tenemos entonces por un lado que no se hacen pruebas. Que el gobierno de López Obrador solo ha hecho 500 pruebas por cada cien mil habitantes. Que tienen centralizada la atención de los casos en el INER, y el conteo el INDRE.

Sobre la atención en el INER es importante mirar el hilo que escribió en twitter Gabriela Agraz desde su cuenta:  @Gaby_Agraz. Al respecto dice:

“Ayer mi médico particular me envió al INER con sospecha de #coronavirus. Fui y trataron de todas las formas posibles de no hacer la prueba. Al cumplir todos los criterios y ser inevitable, me dijeron que no me la harían porque sus 3 consultorios de aislamiento, donde hacen la...

...prueba, estaban ocupados. No me la hicieron. Me mandaron a una travesía de hospitales en la misma situación. Al llegar a casa, encontré a mi hija de 3 años con fiebre. Corrí al pediatra privado. Me dijo lo mismo pero él me envió al INP a hacer prueba a la niña. Llegamos...

Lo primero que nos dijeron es que o tenían kits de prueba para #coronavirus, pero que iban a investigar qué hacer. Después de hora y media de espera encerradas en un cuarto, llegó el infectólogo, me hizo un cuestionario enorme y al final me dijo que no cumplía los criterios...”

Digamos, el gobierno de López Obrador tiene las herramientas perfectas para hacer de cuenta que en México el coronavirus pasó de noche, y a diferencia de otros países, no necesitamos ni medidas reales ni habrá muertos ni nada porque los mexicanos están hechos de otro material.

No es una política distinta a la que ha seguido hasta ahora López Obrador con los niños con cáncer, que los dejó sin medicamento, y a los que el subsecretario Hugo Gatell se ha permitido denostar una y otra vez a los padres de estos niños.

A todas luces es una política criminal.

Frente a todo esto, la única medida importante la ha tomado la SEP, que decidió suspender las clases en todo el país a partirdel 20 de marzo y hasta el 20 de abril. Esto después de una reunión del secretario de Educación Pública con otros 20 secretarios de educación de 70 países, para tratar cómo enfrentar el coronavirus.

Ante la falta de medidas y de liderazgos del gobierno de López Obrador algunas dependencias y empresas comienzan a tomar medidas por su propia cuenta.

En esto, como en cualquier cosa hay que decir muy claramente que el miedo no sirve. No sirve como actitud positiva. Pero lo que sí sirve es tomar decisiones, tener disciplina, mirar lo que están haciendo los gobiernos y los ciudadanos de otros países y adoptar medidas propias. Aprender d ela experiencia ajena, que sí se puede. Quedarse en casa, restringe las posibilidades de contagio prácticamente a cero, y de esta forma estamos cuidando nuestra salud y la de todos los demás. Un infectado con coronavirus que siga ambulando puede contagiar a cientos de personas.

El poder del ciudadano común lo acaban de demostrar las mujeres mexicanas con el Paro Nacional de Mujeres, con el que pararon el país, mucho más allá del discurso oficial y de todos los esfuerzos del gobierno para que no se hiciera. Ahora es el momento en que todos los mexicanos muestren que pueden hacer lo que hicieron las mujeres este 9 de marzo pasado, y más allá de la irresponsabilidad de López Obrador y su gobierno, y por encima de su política criminal de salud, sepan cuidarse a sí mismos como sociedad y quedarse en su casa, para cortar la cadena de transmisión del coronavirus.

Mientras tanto, en Marquelia Guerrero, López Obrador, este domingo dice textualmente que “no nos van a hacer nada, los infortunios, las pandemias, nada de eso.”

Con gusto por las tradiciones culinarias mexicanas sigue tuiteando sus comidas y desayunos, y sigue haciendo el papel del gran provocador, incluso mordiendo en la cara a un niñacomo de unos cinco años. Como contraparte a esta enorme frivolidad los mexicanos conscientes de que primero está la vida y la salud, deben dar el ejemplo, y quedarse en sus casas, hasta terminar con el coronavirus, siguiendo el ejemplo de otros países.

En la evolución de las especies, los ejemplares que han sobrevivido siempre a los grandes cambios o a las catástrofes, son los que tienen la mayor capacidad de adaptación. Este momento no será la excepción. Sobrevivirán los más aptos. Eso vale para individuos, grupos sociales, y sociedades.

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