España no logra avanzar en el ranking de competitividad mundial

Por Danilo Díazgranados

El más pequeño de los países asiáticos, Singapur, se convierte en todo un gigante si hablamos en términos de competitividad. Y es que esta nación, de apenas unos 5 millones de habitantes, lidera, por segundo año consecutivo el ranking de competitividad mundial, realizado por el International Institute for Management Development, una de las más importantes escuelas de negocios del planeta.

Un país cuya economía es de mercado abierto, con uno de los PIB per cápita más altos del mundo, próspero, y que conforma, junto con Hong Kong, Corea del Sur y Taiwán, uno de los “4 tigres asiáticos”, se erige como ejemplo del selecto club de naciones competitivas, en razón de los excelentes resultados obtenidos en lo correspondiente a su desempeño en las áreas educativas, de comercio internacional, mercado laboral, inversiones y desarrollo tecnológico, entre otros atributos.

Y mientras tanto España, se quedó pegada en el puesto 36… Ni para atrás, ni para adelante. Ello desnuda la fragilidad de la economía española. El informe presentado recomienda a ese país diseñar estrategias tendentes a preservar y fortalecer el aparato industrial.

De igual manera insiste en la necesidad de mejorar el clima para hacer negocios y, por ende, atraer inversionistas dispuestos a colocar sus capitales en el flujo de la economía española. Es preciso impulsar la digitalización, la investigación científica, el desarrollo e innovación tecnológica.

Según se desprende del documento, España se quedó un poco atrás en esos aspectos. Advierten la necesidad de que la industria renazca, apostando por un crecimiento de alto valor añadido.  Destaca el informe que al país le falta mucho camino por recorrer en temas de transformación digital para las empresas. Agregan que es preciso acometer reformas de tipo económicas y sociales, diseñar una legislación para aspectos científicos y desarrollar capacidades para la atracción y retención de talento.

En lo que a la eficiencia para hacer negocios se refiere, el IMD subraya que "a España le queda mucho recorrido en la transformación digital de las empresas y en el uso del big data". Menudo trabajo el que tienen por delante.

La tarea que se le presenta a España supone importantes retos que deben asumir los responsables de delinear las políticas públicas. Si se quiere cumplir con el propósito de ser más competitivos, el país debe plantearse objetivos totalmente diferentes y tomar las riendas del desarrollo de forma más coherente y planificada. Y qué mejor ejemplo, que emular los factores de éxito que han hecho del pequeño Singapur, el líder de la competitividad mundial.