Estado de México.- El “Monstruo de Ecatepec” ha dado mucho de qué hablar por su trayectoria como feminicida y la naturalidad con la que se refiere a sus crímenes; sin embargo, al parecer su esposa Patricia, podría tener más problemas psicológicos.
De acuerdo con un análisis de la criminóloga, Mónica Ramírez Cano, Juan Carlos “N” y su pareja no son psicópatas ni están locos, pero ella es “abismalmente más perversa que él”, afirmó tras realizar un perfil de cada uno.
Agregó que para poder realizar un análisis de los feminicidas, es necesario tomar en cuenta ambas partes dado que trabajaban juntos y satisfacían sus necesidades mutuamente.
“No puede existir el uno sin el otro, los dos satisfacen necesidades mutuas, ella de él, él de ella. Ella es el motor de él, él encuentra muchísima seguridad, esta incondicionalidad que de alguna manera le debe su madre”, recalcó la experta.
Ramírez Cano refirió que, de no haberse conocido, cada uno habría tenido su propia “carrera criminal”, pero juntos crearon un episodio escalofriante en la historia de los homicidios de mujeres en Ecatepec y todo México.
Aunque Patricia no ha sido el foco de atención en esta historia, la mujer fue un pilar muy importante para que Juan Carlos pudiera cometer los crímenes en los que ella aprobó al no denunciarlos y colaboró al conseguir a las víctimas o cocinar su carne para alimentar a la familia.
La criminóloga resaltó que Juan Carlos y Patricia encajan con el perfil de otras parejas de asesinos en la que, por lo general, el hombre es la parte activa y la mujer juega un papel aparentemente pasivo, pero que en realidad alienta a que se cometan los delitos.
“La motivación de Patricia puede ser tan simple como no perderlo”.
Mónica Ramírez tiene más de 20 años de experiencia como analista de asesinos seriales, de su trabajo destaca la realización del perfil psicológico de Joaquín “El Chapo” Guzmán y Miguel Ángel Treviño “El Z-40”.
Vah
