Felipe Esparza: ‘Malas decisiones’ y el acierto en Netflix

Por Carlos Meraz

El comediante George Burns sentenció: “Quien nos hace reír es un cómico. Quien nos hace pensar y luego reír es un humorista”. Esa máxima podría definir el estilo de stand up de Felipe Esparza, un migrante con un pasado colmado de dramas que al contarlos puede desatar lágrimas por las carcajadas sobre las “malas decisiones” del artista mexicoestadounidense.

De “espaldas mojadas” a pandillero, luego a drogadicto, alcohólico y, desde 2011, hasta vegano, el american way of life llegó al oriundo de Adolfo Ruiz Cortines —un pueblo cerca de Los Mochis, Sinaloa— a través de la comedia que a la postre le salvó la vida.

Quizá por ello su doble especial bilingüe que este 1 de septiembre se estrena mundialmente en Netflix, se titula Bad decisions y Malas decisiones, está escrito no con chistes sino con vivencias.

En entrevista telefónica desde Los Ángeles, California, donde grabó su show en inglés y en español para la plataforma, Esparza relató su odisea de indocumentado a exponente del stand up, cuyo humor desde hoy es parte del catálogo de Netflix.

“Cuando estaba chiquito, después de un tercer intento, a través de un coyote, logré cruzar la frontera de Tijuana. Luego en los años noventa yo no andaba nada bien, pero la comedia me salvó la vida. Siempre fui simpático desde niño, cada noche me reunía con mi familia frente al televisor para ver los programas de Chespirito, Los Polivoces y La Carabina de Ambrosio.

CRONISTA DEL HUMOR NEGRO

“Yo no sabía cómo escribir comedia, así que iba a la biblioteca pública y ahí lo aprendí en el libro Comedy writing step by step, de Gene Perret, fue mi Biblia”, recordó.

Aunque en sus inicios era admirador de Bill Cosby y Eddie Murphy, Esparza explicó que al ver a su paisano Paul Rodriguez se convirtió en su máxima influencia.

“Los comediantes latinos en Estados Unidos no contamos chistes sino anécdotas, ya que a diferencia de un gringo que entra normal a un club para hacer stand up, nunca se preocupa cómo lo van a tratar; en cambio a un mexicano le preocupa todo, pues si tiene que ir al hospital a llevar a su esposa, le preocupa si la policía lo detendrá, si le pedirán sus papeles y hasta si querrán atenderla. Por eso los latinos, al igual que los negros, demandamos más atención.

“No contamos el chiste sino todo lo que pasó alrededor, un storytelling, como lo hacía Polo Polo en sus cassettes, como aquél del cura en un avión al que le ofrecen una bebida y responde: ‘Ahora no, porque estamos muy cerca del patrón’”, comentó.

Reconoció que su sueño es salir de tour con su comedia políticamente incorrecta por México, Centro y Sudamérica y Europa.

“Mi show se titula así porque mi vida ha estado llena de malas decisiones. Pero sobreviví, ya soy buen padre, pues de joven era más amigo de mis hijos. Cuando me despertaba mi niña y me decía: ‘Papi vamos a llegar tarde a la escuela’ y yo le contestaba: ‘No mi’ja, tú vas a llegar tarde, yo me voy a volver a dormir’.

“Hice otro show que querías llamar Bad Hambre Tour, por la frase de Trump del bad hombre. Me reí mucho de esa frase, porque es lo mismo que dicen los mexicanos de los salvadoreños”, concluyó Esparza.