Para lograr la recuperación: ONU llama a evitar políticas de austeridad

Por Moris Beracha

Aunque la Organización de las Naciones Unidas ha pronosticado que la economía global crecerá 4.7% durante el presente año, tal incremento no compensará de un todo el desplome de 4.3% registrado en 2020, el cual tuvo entre su causa principal la diseminación por el mundo del COVID-19.

De acuerdo con el documento del organismo, el impacto de la crisis puede mantenerse por años, y más aún si no se toman las medidas adecuadas. “La actual crisis puso de manifiesto los problemas del sistema económico global”, se lee en el informe.

La ONU hace un llamado a los gobiernos para que eviten implementar políticas de austeridad, lo que representa una sana medida y que además ha sido recomendada por bancos multilaterales. La inversión, sobre todo la del sector público, es necesaria para ayudar al levantamiento de la economía y la generación de empleos a través del fortalecimiento del tejido industrial.

La pandemia ha incrementado la pobreza y la desigualdad, fundamentalmente en América Latina. Según reporta la ONU, en el mundo unas 131 millones de personas cayeron en pobreza, de las cuales un alto porcentaje provendrá de la región latinoamericana. Los más afectados: las mujeres y los jóvenes. Los más ricos han visto como se ha incrementado su fortuna durante la pandemia.

Naciones Unidas destaca que en Norteamérica la tasa de pobreza saltó de 9.3% a 11.7%. Mientras tanto, la riqueza total de 664 multimillonarios aumentó 31.6% y las cinco mayores fortunas vieron crecer su patrimonio 66%.

También observamos desigualdad entre países. Aquellas naciones, principalmente las más ricas-, cuyas empresas y ciudadanos gozan de mayores paquetes de estímulo, están mostrando una trayectoria de recuperación mucho más rápida y mejor que aquellos que no cuentan con tales recursos y que cuyos gobiernos no han podido actuar con la contundencia que amerita la situación.

Es por ello que la ONU insiste en la necesidad de seguir ofreciendo mayor apoyo a los países en desarrollo, sobre todo en los casos referentes a alivio de la deuda. Se hace necesario seguir ofreciendo estímulos públicos, ya que ello ha evitado que, de los estragos de la pandemia, se pase a una etapa de gran recesión mundial.

En cuanto a las proyecciones de crecimiento, Naciones Unidas prevé que el PIB de los países más ricos, que registraron en conjunto una reducción de su economía en 5.6% en 2020, se incrementará 4% este año; mientras que los países en desarrollo, cuya contracción fue de

2.5%, aumentará 5.6%. En este caso en particular y paradójicamente, los que más tienen serán los que menos crecerán durante este periodo.