Frida, la perrita rescatista que se robó nuestros corazones hace un año

Por Vanessa Arriaga

México.- Hace 365 días Oaxaca y Chiapas vivieron una de las noches más terroríficas de la historia, un sismo de magnitud 8.2 dejó casas inhabitables, escuelas derrumbadas y corazones destrozados; pero siempre hay un poco de luz hasta en la más intensa penumbra y esa chispa llegó de la mano de la ayuda de voluntarios, autoridades y perritos, sí, caninos que rescataron cientos de vidas y nos sacaron más de una lágrima de felicidad.

Sin duda, la que más llamó la atención fue la perrita “Frida”, a quien los japoneses llamaron “Marina-chan”, por su chalequito de la Secretaría de Marina. Hace un año conocimos a esta linda labrador de pelaje claro que se veía aún más tierna con sus botas y gafas para protegerse de los escombros.

Aunque ella ya era reconocida por su larga trayectoria –ocho años no son fáciles de presumir-, no podemos negar que cuando la vimos en plena acción en Juchitán de Zaragoza, todos nos llenamos de esperanza y amor por estos seres que simplemente se dedicaron a ayudar día y noche.

Y, pese a que la primera vez que la vimos estaba llena de polvo y con la lengua de fuera por el calor, inmediatamente sentimos una punzada de calor en nuestro interior.

Después, cuando llegó a la Ciudad de México para rescatar a las personas atrapadas entre los escombros de los edificios que se derrumbaron el 19 de septiembre, todos querían saber aún más de ella.

Supimos que desde los dos meses de edad fue entrenada como rescatista y había participado en más de 50 emergencias a nivel nacional e internacional, además, era la más experimentada de su unidad y se convirtió en todo un ejemplo para sus compañeros Jona, Titán, Símon, Douglas, Evil, Oporto, Eco, Balto, Rex, Kannab, Drago, Balto, Akasha.

La gente se acercaba a ella como si fuera un amuleto y Frida estaba encantada de recibir caricias que la reconfortarán bajo la lluvia, el sol, el llanto y el polvo.

Luego llegó la noticia triste, pues su entrenador, Israel Arauz Salinas, dijo que Frida se retiraría y sería puesta en adopción, pero saben que la perrita es indispensable para ellos antes situaciones de emergencia y decidieron que, a sus nueve años de edad, la labrador seguirá como rescatista otros 24 meses.

Ahora, la perrita es todo un símbolo nacional que nos llena de esperanza con sólo ver una de sus fotografías; además, su labor y la de sus compañeros –tanto humanos como caninos- ha sido homenajeada con postales, amuletos de la suerte y hasta una estatua que se inauguró este año en Puebla.

Es cierto que cada que pensemos en el 7 ó 19 de septiembre, la mirada se nos nubla un poco y la sensación empeora cuando vemos que aún hay zonas destrozadas por el castigo de la naturaleza; pero no debemos olvidar que ese tipo de situaciones nos unen como mexicanos y hay pequeños gestos, personas y perritos que nos impulsan a seguir.