Hari Sama: "Esto no es Berlín"... es México

Por Carlos Meraz

El slogan de la quinta y más reciente película del director mexicano Hari Sama sentencia lo que su obra nunca sería: ”Esto no es un despertar... esto no es exclusivo... esto no es misa... esto no es un malviaje... esto no es una película de culto... Esto no es Berlín”, una cinta que bien podría haberse subtitulado: “Cuando ‘Y tu mamá también’ descubrió el post-punk, la androginia y el underground”.

El filme Esto no es Berlín (This is not Berlin), que ya se encuentra en cartelera en México con 82 copias, es el soundtrack de una generación de clasemedieros adolescentes en búsqueda de su identidad sexual y, según su autor y realizador, “una carta de amor a la comunidad LGBTG”.

Esto no es Berlín se estrenó en el Festival de Sundance y tras su paso por el Festival de Morelia, en ambos circuitos, ha sido bien recibida por la crítica, y ya lleva su primera semana en México en busca de competir con otras producciones hollywoodenses de millonarios presupuestos con insípidas y/o trilladas tramas.

Su historia se desarrolla en la era de la Copa Mundial de Futbol de México 86, donde Carlos, un chico de 17 años, cambia su monótona existencia cuando la banda gótica de Rita, la hermana de su amigo, los introduce a un club nocturno clandestino, El Aztec, donde terminan fascinados ante un submundo contracultural de performances, ambigüedad sexual y drogas alucinantes, en una suerte de epifanía que, paradójicamente, también pondrá a prueba su amistad.

“Ha sido recomendada de boca en boca. Son dos adolescentes clasemedieros de Satélite, Echegaray o Lomas Verdes. De esa primera generación de familias fracturadas con divorcios y con una educación católica,  que un día descubren un mundo nocturno y también artístico, en un antro gay, tipo El Nueve, y en una exposición de jardín, como La Quiñonera, de Coyoacán”, explicó.

UN FILME DE IDENTIDAD Y SU FACETA MUSICAL
Para Hari Sama, Esto no es Berlín no sólo posee tintes biográficos del melómano y oustsider, sino también es “una película de identidad y desconexión”.

“Es el derecho a tener una identidad y le habla mucho a los millennials, con esas nuevas maneras de ser hombre, mujer o neutral”, advirtió el director. 

Por lo pronto, el realizador y melómano retomó su faceta musical, con su proyecto Expediente Sama, del que se desprende el lanzamiento de su single No hay un yo, que ya cuenta con un videoclip realizado por él mismo.

“Es un himno contra la discriminación y violencia en todas sus formas hacia lo que consideramos distinto. Bajo un sonido trip hop, pero con influencias musicales más contemporáneas, como folk, soul, indie y mi voz, que dicen tiene reminiscencias del grupo The National, con un coro que sentencia: ‘No hay un yo, sin un tú’.

“Para el próximo año espero poder hacer shows, que podían ser en Los Ángeles, donde paso mucho tiempo de mi vida. Además tengo una oferta para hacer una película en Estados Unidos en el otoño y también estoy por terminar de escribir el que será mi sexto largometraje Lastre, sobre la herencia oscura que recibimos de la familia y que repites en patrones de conducta”, sentenció.

La película no ofrece moraleja, ya que está hecha y planeada para que el espectador, al final de la proyección, pueda ser analítico y hasta introspectivo con la trama ubicada en su momento histórico, e incluso complementar su propio título personal a la obra de Hari Sama: “Esto no es Berlín... esto es México”.