Heredero de Juan Gabriel busca recuperar retrato de María Félix en posesión de César Duarte

Redacción.

Una pieza de arte que hasta hace unos días se consideraba perdida de las posesiones del “Divo de Juárez” ha sido ubicada entre las pertenencias de César Duarte, ex gobernador de Chihuahua que recientemente ha sido aprehendido en Estados Unidos.

La pintura, que es un retrato de la legendaria actriz María Félix, hecho por el laureado pintor mexicano Diego Rivera, se creía irremediablemente perdida de las posesiones del intérprete, pero fue ubicada entre los bienes del ahora convicto. Según se cuenta, la pieza pudo llegar a manos de Juan Gabriel luego de adquirirla del pintor por 15 millones de pesos, aunque también se ha dicho que esta fue un regalo de la propia diva para el cantante, con quien tenía una profunda amistad.

 

Guillermo Pous, albacea de la fortuna de Juan Gabriel señaló al periódico La Jornada que luego de solicitar la devolución de la pintura, un colaborador de Duarte se negó a entregarla, motivo por el que emprenderán una demanda para recuperarla.

 

Pous declaró que el propio Duarte le confirmó que la pintura se encontraba en sus manos antes de abandonar el país, pero al intentar reclamarla tiempo después, el mencionado socio puso varias condiciones para hacer la entrega,  mismas que la familia declinó; motivo por el que acudirán a tribunales.

Aún no queda claro cómo fue que la obra terminó en manos del entonces político, aunque se especuló que Juan Gabriel la habría entregado a cambio de beneficios fiscales, versión que ha sido negada por Pous, quien señaló que legalmente es imposible que un artista entregue obras que no sean de su autoría para saldar deudas con el fisco, además de que, de haberse llevado a cabo dicha transacción estaría asentada de manera notarial.

 

Hubo polémica por la desaparición de dicho retrato desde unos meses después del fallecimiento de Juan Gabriel, ya que Iván Aguilera, hijo y heredero universal del intérprete hizo pública su falta dentro del inventario de propiedades. Se logró documentar su constante traslado, pasando por las ciudades de  Malibú, Las Vegas y San Miguel de Allende, luego de lo cual se le perdió el rastro.

La historia tras la pintura, realizada en 1949, resulta bastante peculiar, ya que el retrato no fue del agrado de María Félix ni su entonces esposo , pues Diego Rivera la había pintado “mostrando más piel” de la que esperaban, motivo por el cual contrató a alguien para que modificara la pieza. Tiempo después el artista habría solicitado el cuadro para una exposición, pero al negarse Felix a prestarlo, estos se habrían distanciado. 

Con Información de Infobae.com

 

MFD.