Ideas para salir de la recesión: 'Economía verde'

Por Danilo Díazgranados

Y siguen las no tan buenas noticias acerca del comportamiento de la economía mundial como consecuencia de la pandemia… Sí, de la pandemia.

Se hace desgastante leer a diario información en la cual nos dan cuenta del panorama, nada alentador por cierto, del futuro económico para todo el mundo. Sí, nadie se escapa. Porque de esta situación ningún país saldrá ileso.

Esta vez, el Foro Económico Mundial acaba de publicar los resultados de una consulta realizada, en fecha reciente, a gestores de riesgo. La mayoría de los entrevistados expresó que su principal inquietud era una prolongada contracción de la economía mundial, estimada en unos 18 meses. Situación por demás, muy   preocupante.

En ese sentido, pronosticaron bancarrota de empresas, cierre de muchas industrias y, por ende, un importante incremento en los niveles de desempleo, especialmente en los más jóvenes.

La crisis está haciendo estragos en el sistema económico de las naciones. La planificación financiera de los países y de las organizaciones para 2020 cambió drásticamente. No existe. Hay que reinventarla. Es allí donde surgen oportunidades para emprendedores, para inversionistas con ideas frescas, dispuestos a asumir riesgos y a llevarse por delante los pronósticos de no recuperación que plantean los más pesimistas.

Entre las opciones que han surgido en medio del caos, encontramos el término de “economía verde”, el cual concibe una manera diferente de repensar la economía. Se trata de un modelo que compite por lograr un desarrollo sostenible y rentable en escenarios en los cuales se obtengan beneficios económicos, sociales y medioambientales.

Reducir los riesgos medioambientales ha sido todo un desafío para muchos países, y ahora es el momento para iniciar proyectos de esta índole. Los defensores de la “economía verde” afirman que es posible obtener bienestar social, garantizado rentabilidad a largo plazo, minimizando las amenazas ecológicas. Según estos preceptos, los mercados, las empresas y los inversionistas pueden apostar por un desarrollo sostenible, garantizando un importante retorno de la inversión.

Las oportunidades están sobre la mesa. Bien sea a través de “economía verde” o por la aplicación de otros modelos. Los gobiernos y una gran cantidad de empresas deben plantearse seriamente el reto de transformar sus estructuras, ofreciendo oportunidades reales de crecimiento y expansión, pero buscando minimizar las amenazas medioambientales y ecológicas. El planeta, lo merece.