La exhibición 'Ensayos desde el trópico' cuestiona la hegemonía de las estructuras sociales

Ciudad de México.- Galería L abre sus puertas al público con la exhibición Ensayos desde el trópico, con obra de Imanol Castro, Jaime Ruíz Martínez y Josué Morales, quienes, desde distintas perspectivas, pero con un eje temático en común, cuestionan las estructuras sociales e identitarias derivadas de los procesos de colonialismo en México.

La muestra parte del interés de los tres artistas por reflexionar acerca del impacto y las consecuencias del colonialismo y los procesos de mestizaje en México, proponiendo una mirada distinta de los lugares trópicos que se encuentran al sur del país, y los modos de vida, fuera de lo extravagante, turístico o afrodisíaco, sino como espacios omitidos por la cultura imperante: sin una historia oficial y donde hay objetos y prácticas sin valor aparente.

Imanol Castro, Josué Morales y Jaime Ruíz Martínez establecen un diálogo visual y discursivo donde conviven múltiples expresiones del sur de México -Guerrero, Morelos y Oaxaca-, a través de un ejercicio colectivo de selección de piezas, entre los artistas y el equipo curatorial, se contrapusieron aquellos elementos de sus obras que codifican otras maneras de observar la periferia, representando en símbolos tropicalizadores como la palmera, la piña, los tótems y la luz del sol, una perspectiva diferente, más local, pero con la intención de crear nuevos referentes universales.

Con esto, los artistas muestran que los procesos de mestizaje - por lo menos en México - no sólo no han acabado sino continúan sucediendo con mucha fuerza, dando como resultado identidades olvidadas, basadas en la negación, la hibridación o lo fantasmal. A diferencia de las miradas colonialistas del trópico y los símbolos sobre el Sur marginal, esto puede significar poner frente a frente elementos en contradicción y conflicto.

El trópico se ha concebido como el espacio de lo exótico. Quien no habita ahí, lo ha localizado simbólicamente en el Sur; en esas extensiones de tierra que están debajo de las potencias hegemónicas de Occidente, donde suceden situaciones sorprendentes, mágicas o llanamente placenteras. Es un espacio de deseo, consumo y evasión de la monotonía cotidiana. Pero ésta no es más que una representación impuesta desde afuera; una construcción que ha sido determinante para la vida de esos lugares, personas y objetos que ahí viven, incluso políticamente.

Galería L abrió nuevamente sus puertas al público -tras un año y medio de mantener su programa artístico en línea- con su proyecto Rotante, el cual creó durante la pandemia para continuar difundiendo el trabajo de artistas emergentes a través de Artsy -www.artsy.net/galeria-l-.