Ya no es como antes

Foto: Cuartoscuro

Por Omar González

Frase patentada el 3 de diciembre de 2018. Repetida hasta el cansancio en las más de 800 conferencias mañaneras. Es como un lema del presidente Andrés Manuel López Obrador. Como si quisiera convencer a quien lo escucha o, tal vez, así mismo.

“Ya no es como antes”, expresa el mandatario federal para cualquier asunto que esté comprometiendo a su Cuarta Transformación. Si se habla de corrupción, de libertad de expresión, de homicidios, de secuestros, de narcotráfico, de medios de comunicación, de licitaciones, del INE, de órganos autónomos y de sus opositores, la respuesta común y para salir al paso es que antes era peor, con los gobiernos emulados de lo que él llama PRIAN.

Y sí, tiene razón el hijo de Macuspana, “ya no es como antes” y vamos más allá con otro de sus dichos que han formado parte de su retórica durante más de tres años… “el pueblo ya no es tonto y es sabio”.

Claro señor presidente, antes de los espeluznantes sucesos como el ocurrido el pasado domingo en la localidad de San José García, en el municipio de Marcos Castellanos en Michoacán, no se daban a conocer con tanta inmediatez y gráficamente por este pueblo sabio a través de las “benditas redes sociales”, como usted ha acostumbrado llamarlas. 

Los videos dieron la vuelta al mundo. Una masacre, un fusilamiento de un grupo de personas -de “la maña” o no- se presentó con incomprensible impunidad a plena luz del día y, usted presidente, en su espacio diario en cadena nacional, en lugar de reconocer el grave deterioro social y de violencia que vive el país, prefirió a dudar sobre este caso y dejar entrever que podría tratarse de “una manipulación” y volver a arremeter contra los medios de comunicación que, en su labor de informar, difundieron la matanza.

Y si como usted dice “ya no es como antes”, ¿cómo me podría explicar la versión del alcalde de Marcos Castellanos, Jorge Luis Anguiano, quien aseguró en entrevista con Azucena Uresti que las autoridades llegaron prácticamente cuatro horas después a la escena del crimen…. ¿hubo algún pacto entre el CJNG y gobierno para que así sucediera? ¿Les dieron tiempo de limpiar y llevarse los cuerpos al puro estilo de “antes”?

Hay quienes apostamos por un cambio para que la situación en nuestro México ya no fuera como antes. Y sí, lamentablemente algunas situaciones han sufrido una metamorfosis severa, desesperante y vergonzosa.

Antes nunca escuché a un presidente culpar de todos sus desaciertos a periodistas, a los opositores. Tampoco percibí que un mandatario viera en hechos tan claros un ataque a su gobierno, en lugar de intentar de tranquilizar a la sociedad con declaraciones asertivas y, fundamental, con reconocimiento y autocrítica de que el país no está, ni por poco, en un clima de paz ni de legalidad.

Jamás como ahora se había denostado tan abruptamente al periodismo. Ahora, señor presidente, nuestro gremio ha perdido credibilidad. No dudo que existan algunos periodistas “mercenarios”, otros “matraqueros”, algunos más “chayoteros”, pero lo que ha originado con su constante repudio hacia los medios de comunicación es una falta de credibilidad por parte de la ciudadanía.

Si alguien difunde una investigación en contra de su gobierno es “porque la mafia del poder le paga”,  o “estás llorando porque te quitaron el chayote”. De igual forma sucede si algún comunicador escribe alguna noticia que resalte algún logro de la 4T: “vendido”, “eres una vergüenza”, “cuánto te paga el gobierno”. 

Antes, un presidente no se rebajaba a pelearse con comediantes o con presentadores de programas de chismes de la farándula.

Tampoco, antes, vi que un mandatario defendiera a capa y espada un supuesto conflicto de interés de su hijo mayor y que solito tendría que rendir cuentas si es llamado por alguna autoridad.

Tiene razón señor presidente… “ya no es como antes”.