Doce veces ¡Feliz Año Nuevo!

“От всей души поздравляю с новым годом!”

[Ot vséi dushí posdravliáyu s Nóvim Gódom],

 

 “¡Le deseo un feliz Año Nuevo de todo corazón!”.

Felicitación tradicional rusa de Año Nuevo.

Por Ricardo Córdova

En las primeras horas de 2019 asumió la presidencia de Brasil el ultraderechista Jair Bolsonaro; a su vez, la demócrata Nancy Pelosi asumió la presidencia de la Cámara baja del Congreso de los Estados Unidos, con la firme intención de seguir estrechando el cerco policial sobre Donald Trump, al continuar la investigación sobre la trama rusa en las elecciones presidenciales de 2016; en Francia, los chalecos amarillos no dan respiro al pobre de Emmanuel Macron y siguen marchando por las calles de todo el país, al sudamericano grito de guerra: “El pueblo unido jamás será vencido”; en Reino Unido, los británicos quieren al Príncipe Guillermo como sucesor directo de la Reina Isabel II y mandar al pusilánime Príncipe Carlos a calentar la banca. Asimismo, Annegret Kramp-Karrenbauer, también conocida como AKK o "mini Merkel" ha sido elegida como sucesora de Ángela Merkel como líder de la Unión Demócrata Cristina (CDU), coalición que gobierna desde hace más de una década los destinos del país germano.

 

Y ya entrados en gastos y gustos resulta prácticamente imposible dejar de mencionar que en los primeros días de enero China realizó el primer alunizaje de un vehículo espacial en la cara oculta de la Luna para beneplácito de Pink Floyd; que ya estamos en enero y Juan Gabriel nada más no resucitó; que “Roma” de Alfonso Cuarón es la candidata más sólida a llevarse el premio Óscar a mejor película en lengua no inglesa; que murió el maravilloso escritor israelí Amoz Oz; que la exposición en el Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México del pintor ruso Vasili Kandisnsky ha sido visitada por miles de personas; que el Cruz Azul la volvió a cruzazulear y perdió oootra vez una final con ese antipático equipo llamado América; que se suspendieron oficialmente las obras de construcción de lo que iba a ser el nuevo aeropuerto de Texcoco; que el Juicio del Chapo Guzmán está más interesante que Ventaneando cuando salían Martha Figueroa y Pepillo Origel…y sí: penosamente a pesar de que pasan los días, las semanas y los meses seguimos empantanados en discusiones bizantinas entre fifís y chairos. Ni hablar.

 

Y puesto que el mundo sigue girando y los diferentes países se preparan para entrarle con fe a los muchos desafíos que le depara a cada cual 2019…mientras tanto en Rusia: pues nada, que la gente aún se toma su tiempo para hacer por segunda ocasión su lista de propósitos para Año Nuevo.

Tradicionales festejos en Moscú.

¡Aunque usted no lo crea! En Rusia aún no se dan por concluidos los festejos por la llegada de  2019. Y es que resulta que en el país de los camaradas se pueden celebrar hasta doce veces la llegada del año nuevo. Ya sé, ya sé, suena muy locochón, pero esto tiene que ver con dos hechos muy curiosos:

  1. Por su gran extensión, el territorio ruso comprende hasta 11 husos horarios diferentes:
  1. Horario de Kaliningrado (en la parte más occidental de Rusia. El territorio se ubica entre Alemania y Polonia).
  2. Horario de Moscú (es el horario de referencia).
  3.  Horario de Samara
  4. Horario de Ekaterimburgo
  5. Horario de Omsk
  6. Horario de Krasnoyarsk
  7. Horario de Irkutsk
  8. Horario de Yakutsk
  9. Horario de Vladivostok
  10. Horario de Magadán
  11. Horario de Kamchatka (la región más oriental del país se ubica cerca de Japón)

Así que mientras que en el lejano oriente, allá por Kamchatka, los rusitos locales ya hasta terminaron de celebrar la llegada del Año Nuevo, en el enclave ruso de Kaliningrado, los camaradas aún andan tranquilamente haciendo las compras para la  cena de Año Viejo, que será algunas horas después que sus paisanos de Kamchatka.

Quisiera mencionar que los rusos que no viven bajo la tiranía del horario central de Moscú suelen celebrar dos veces: según el uso horario que les corresponde y cuando en Moscú es oficialmente Año Nuevo.  

  1. Por otra parte tenemos el siempre coqueto Viejo Año Nuevo.

Esta celebración se rige tomando en cuenta el viejo calendario Juliano, el cual se observó en Rusia hasta 1918. Fue el insigne Vladimir Ilich Ulianov, mejor conocido entre la banda simplemente como (el) Lenin, quien adoptó oficialmente para la URSS el calendario gregoriano, mismo que desde 1581 regía a la gran mayoría de los países occidentales. Sin embargo, a pesar del cambio y de los bolcheviques, la iglesia ortodoxa rusa continua usando el calendario juliano para celebrar algunas de sus festividades más importantes, tales como la Navidad, que se celebra en Rusia el 7 de enero, o el Viejo Año Nuevo que se lleva a cabo en la medianoche del 13 de enero.

Así las cosas, no resulta nada extraño que la festividad del Año Nuevo sea celebrada por una gran parte de la población rusa en ambos calendarios: el 31 de diciembre y el 13 de enero. Y en medio de ambas celebraciones la festividad de la Navidad ortodoxa (7 de enero). Cena, chupe y apapacho al doble y a veces hasta al triple. ¿Qué más se puede pedir? Así se la gastan los rusos.

Y no deseo abrumarlos con una descripción detallada del menú, pero esa noche suele ser muy familiar, por lo que los rusos suelen pasársela con sus hermanos, sus hijos, padres o hasta los suegros, pero siempre en familia.

También suele cocinarse muy, muy chaborucho, por lo que ese día se desempolva la vajilla y se saca el mejor mantel para que la mesa luzca de gala tratando de estar a la altura del festejo.

Se preparan varias ensaladas, se disponen de suculentas tablas o platos de quesos finos y frescas carnes frías, no puede faltar el pan negro con caviar, los pepinillos, el jitomate cortado y si hay nunca está de más agregar uno que otro gago de naranja. El plato fuerte será un jugosísimo pato al horno relleno de manzanas o un aromático pay de carne pollo y papa, cerrando el menú con un delicioso pastel hecho en casa.

La verdad es que comparada con una tradicional cena de año nuevo a la mexicana, los camaradas resultan muy, muy ligeritos, pero mejor, porque lo que no se comen se lo chupan.

Por lo anterior, la cena siempre deberá estar bien acompañada de una burbujeante champagne, un rico vino tinto, el infaltable vodka y hasta del fuerte cognac…durante la cena cada tanto se brindará para agradecer el haber llegado sanos y salvos a fin de año, para decirle a la gente que te rodea cuánto la quieres y para refrendar los vínculos de amor que te unen a tu tierra y a tu gente. Sin embargo, el momento culminante viene cuando Putin dirige unos minutos antes de la media noche, unas palabras a la nación deseando todo tipo de parabienes a cada uno de los habitantes que pueblan Rusia y a los rusos allende el mar.

Después, justo unos segundos antes de la medianoche, Putin se calla y comienza el momento de prestar máxima atención a lo que muestra la televisión, puesto que es a través de su señal, los rusos ven y escuchan las doce campanadas del Kremlin que indican la llegada oficial del año nuevo.

https://www.youtube.com/watch?v=Y0ewPItiiQE

Después de que las campanas tañen alegremente durante los primeros momentos del nuevo año, los rusos suelen deshacerse en abrazos con las personas que tienen más próximas, les dicen palabras bonitas de buena onda y realizan brindis a diestra y siniestra. En la calle no cesan de escucharse los interminables gritos de ¡Hurra, hurra, hurra! Así como la alocución rusa para desear un “Feliz Año Nuevo”: с новым годом (S novym godam) es repetida como letanía.

Mientras que en las calles el espectáculo de luz y sonido está a cargo de los miles de cuetes, cuetones, cuetitos palomas, buscapiés, espantasuegras y demás pirotecnia que ilumina la noche del nuevo año.

Pero ya que estamos hablando de avorazados, no quiero dejar de mencionarles la innegable influencia de la cultura china en la sociedad rusa. La verdad es que sí se ve y sí se siente...Es por ello que en las festividades de año nuevo en Rusia resulten muy comunes las referencias al horóscopo chino, mismo que para 2019 será regido por el signo del cerdo. Así pues, se pueden encontrar a los camaradas en kioskos y puestos del mercado desesperadamente tratando de conseguir artículos tales como llaveros, calendarios, imanes, calendarios, camisetas y demás chunchitos alusivos al año del cerdo. Se supone que seguir toda la parafernalia alrededor del año chino es de buena suerte.

Finalmente, les quiero confesar que mientras el camarada presidente de la Federación Rusa Vladimir Putin  dirigía en cadena nacional unas emotivas palabras de felicitación al pueblo ruso desde la fortaleza moscovita del Kremlin con motivo del año nuevo, yo no dejaba de pensar en la letra de cierta canción de Mecano. Y mientras sonaban las 12 campanadas desee que 2019 sea un año lleno de retos.

Y es que sin ser un lugar común o palabras vacías, de verdad yo espero que los meses venideros tengamos (yo y ustedes) muchos motivos para sonreír, motivación suficiente y renovada para seguir aprendiendo, un montón de situaciones para no dejar de sorprendernos. También pido que mi salud y su salud se mantengan como compañeras fieles los siguientes meses, que sus buenos sueños y mis buenos sueños sean una constante, que los besos y los abrazos abunden, que los encuentros y pláticas con amigos y familiares no cesen y que ustedes lean interesantes libros, vean hermosas películas y escuchen buena música.

 

Y que por favor…dejemos de pelearnos y ofendernos por razones políticas: tenemos una misma cara-un mismo color. 2019 se nos ofrece como una maravillosa oportunidad para trabajar en la unidad de nuestro país y de nuestra sociedad. Está en nosotros tomar o no esa oportunidad. Yo, por mi parte los abrazo fuerte.