De Dios, el centauro y menos bella

Foto: Especial

Por Gerson Gómez

“NEGRA SEMANA SANTA”, DE DAVID CORTÉS
Mauro Quiñones es un investigador de poca monta y escaso trabajo. Laura Lima es una guapa y atormentada cantante de voz privilegiada. Se hacen amigos entrañables. Un día ella aparece muerta y a él empiezan a seguirlo sin comedimiento bajo una lluviosa Ciudad de México traspasada por las masacres a estudiantes (finales de los sesenta, inicios de los setenta).

A Negra Semana Santa no le faltan elementos: tipos y lenguaje rudo, chicas desamparadas, ambientes sórdidos, alcohol, drogas, soledad. Y violencia. Mucha.

“SI DIOS ME QUITA LA VIDA”, DE FRANCISCO ALEJANDRO MÉNDEZ
Si Dios me quita la vida relata la investigación del comisario Wenceslao Pérez Chanán sobre una familia brutalmente asesinada y la relación con el suceso, ocurrido en el encuentro deportivo entre Guatemala y Costa Rica, en el Estadio Doroteo Guamuch Flores en 1996.

Francisco Alejandro Méndez oscila constantemente entre lo paródico y lo estrictamente policial, en delicado equilibrio dentro de una estructura narrativa ágil y ligera. El resultado es una novela que se lee con agrado y nos obliga a ir hasta el final.

“PIEL DE CENTAURO Y MUERTE”, DE GABRIELA FONSECA
Gabriela Fonseca nació en la ciudad de México en 1966. Es narradora y periodista. Es autora del libro de relatos Los diablos de Teresa (2008), así como de las novelas Peso muerto (2005), Secretos del mar y de la muerte (2013) y La pasión de Trista (2018).

Los personajes de Piel de Centauro y Muerte se caracterizan por una voluntad transgresora. Libres, al fin, del eterno femenino.

Piel de Centauro y Muerte es un libro de relatos y ensayos apócrifos.

“MENOS BELLA, MÁS BRUTAL (NUEVA NARRATIVA MEXIQUENSE), DEL COMPILADOR HUGO CÉSAR MORENO HERNÁNDEZ
Menos bella, más brutal describe una ciudad definida por el límite a través de la reunión de 24 voces del conurbado metropolitano. Cada una de ellas expresa su existencia liminal, ofreciendo una muestra sobre la nueva narrativa mexiquense. La novedad no está en la edad de los autores, sino en su reciente emergencia en el mundo literario nacional.

En esta antología aparecen nombres con cierta trayectoria, narradores con una primera publicación y autores no tan jóvenes en su primera incursión editorial, permitiendo al lector acceder a una literatura inalcanzable en los escaparates tradicionales.