Del incendio, la vida y Vianey Valdez

Foto: Especial

Por Gerson Gómez

“DÍAS DE TU VIDA”, DE BÁRBARA JACOBS
Cuando la vida se va, es preciso llevar a cabo un ajuste de cuentas con ella, un recuento en el que antipatías y resentimientos se diluyan en el espíritu, en la mente, para sólo dar cabida a afectos y nostalgias. Es tal vez la mejor manera de emprender el tránsito entre este mundo y lo desconocido. Y si quien se halla a punto de morir conserva los recuerdos intactos, la lucidez y la calma, la víspera de la muerte puede representar un estadio entrañable, gozoso, casi feliz.

En sus últimas horas de vida, Patricia sostiene un largo monólogo en entrevista con una amiga reportera, quien registra cada una de sus palabras que, si bien expresadas de modo entrecortado –tal como irrumpen en la caja de resonancia de la memoria–, tejen poco a poco la trama completa de su existencia.

Con Días de tu vida, Bárbara Jacobs no sólo realiza un entrañable homenaje póstumo a la protagonista y narradora de su relato, sino que consigue atrapar, como nadie más lo ha hecho, la respiración, el tono y el ritmo de esa voz de la agonía en un lenguaje narrativo inédito.

“LOS RESTOS DEL INCENDIO Y OTROS CUENTOS”, DE ALFONSO REYES
Alfonso Reyes erigió una ciudad de palabras habitada, junto a él, por un puñado de filósofos, otro de héroes grecolatinos y varios montones de poetas, narradores, dramaturgos y pintores. Alojados, ahí también, están su amigo y maestro Pedro Enríquez Ureña y sus amadísimos Francisco de Quevedo y Stéphane Mallarmé.

Para construir esta ciudad se sirvió de la lectura y la escritura: leer para devorar lo leído. Leer para consumir lo leído: la lectura como el fuego que absorbe con vehemencia lo leído; la lectura que quema y abrasa a lo otro hasta convertirlo en un montón de cenizas.

Reyes leyó como la llama lee sobre la madera. Se consumió en todas y cada una de sus lecturas y una manera de constatarlo, me atrevo a apuntar, consiste en observar que desde sus primeras hasta sus últimas publicaciones consagró su incendiarse a los ya aludidos Quevedo y Mallarmé.

“VIANEY VALDEZ. EL RITMO DE ESTE COMPÁS”, DE RAÚL CABALLERO GARCÍA
El reconocimiento que recibe Vianey Valdez, particularmente en Monterrey, Nuevo León, la convierte en un personaje entrañable y emblemático.

Su fama no deja lugar a dudas: ella es un ser humano que goza de tal aceptación que su renombre, su canto y su talento desde los años sesenta nos hablan de una mujer singular. Su permanencia en Monterrey, su pertenencia a esta ciudad, se convirtieron en una característica inherente a su popularidad.

Por lo demás, Vianey es una cantante sencilla, por eso mismo se erige como un emblema de entre los artistas y el público que la ha rodeado, precisamente, porque su sencillez toca fibras. Sus discos siguen escuchándose con renovada frescura. Su famoso programa televisivo, Muévanse todos, sigue presente en la memoria colectiva. Lo sencillo se vuelve imperecedero y lo que perdura tiende a la grandeza. El lector tiene en sus manos la semblanza de Vianey Valdez, nuestra gran estrella de rock.

“SISTEMA SOLAR”, DE LUCIANO CAMPOS GARZA
Trinidad es una comunidad al sur del estado de Nuevo León. Un pueblo, como otros en el país, con sus propias leyes y cuya estructura de poder, aún y cuando existe la violencia, lo mantiene en equilibrio tanto de manera interna, entre sus habitantes, como de manera externa, ante los tres niveles de gobierno.

Un asesinato ocurrido en Monterrey lleva al sargento Reginaldo Treviño, también conocido como Búmeran, a internarse como observador justo en el momento en que ese balance de poder entra en crisis y la violencia amenaza con arrasar este pequeño poblado. Muy pronto Búmeran se da cuenta de que la vida en Trinidad gira en torno a la figura del cacique, don Lazlo, pero le tomará tiempo averiguar hasta qué grado.

Para el sargento Búmeran es incierto cuál es la ley que él representa y cuál es la que debe hacer valer, mientras que, para los habitantes de Trinidad, él es la única esperanza que tienen de restablecer el orden que rige sus vidas.