Del Super Bowl y animales extranjeros

Por Gerson Gómez Salas

1,000 Datos Locos del Futbol Americano", recopilados por Aníbal Litvin
El nombre Super Bowl fue acuñado por Lamar Hunt, fundador de los Jefes de Kansas City. Hunt pensó el nombre a raíz de que vio a su hijo jugar con un juguete llamado Super Ball, una pelota rebotadora muy conocida en la década de 1970. 

El 7 de febrero de 2016, Peyton Manning se convirtió en el jugador con mayor edad en ganar un Super Bowl, con 39 años de edad. Al año siguiente, Tom Brady también ganó un Super Bowl con 39 años, pero Manning cumplía los 40 en marzo, mientras que Brady en agosto.

Cuando comenzó el Super Bowl, en 1967, una entrada costaba entre 6 y 12 dólares. En la actualidad supera los 4 mil dólares.

El huddle (o reunión circular) fue inventado por un quarterback sordo, llamado Paul D. Hubbard, graduado de la Escuela para Sordos de Kansas. Jugaba para la Universidad de Gallaudet en Washington DC en 1892. Debido a su discapacidad, tenía que decirles las jugadas a sus compañeros de equipo usando las manos. Para que los contrarios no tuvieran la oportunidad de interpretar estas señas, Paul inventó el huddle, tal como lo conocemos hasta el día de hoy.

Paul Allen, cofundador de Microsoft junto a Bill Gates, compró a los Halcones Marinos de Seattle por 200 millones de dólares. En 2014, el equipo ganó el Super Bowl.

“Kobalt”, de Lucio Brunico
A través de interesantes reflexiones con visos filosóficos, esta novela aborda conflictos y dilemas contemporáneos como la inmunidad, la corrupción y la sobrepoblación. Con un estilo directo y entretenido,

Lucio Brunico pone al lector al filo de la página gracias a las insospechadas decisiones del protagonista. Imaginativa y muy bien documentada, Kobalt es una utopía disfrazada de distopía que representa el espíritu de nuestros tiempos, en donde la humanidad debe cambiar el rumbo antes de que sea demasiado tarde.

“Moxie”, de Jennifer Mathieu
La adaptación de la exitosa novela Moxie, escrita por Jennifer Mathieu, por fin tiene fecha de estreno mundial y contará con un gran elenco.

Filmada durante 2019 en Los Ángeles, la adaptación a comedia dirigida por Amy Poehler contará con la participación de Hadley Robinson (Mujercitas), Josephine Langford (After), Patrick Schwarzenegger (Son como niños 2), Ike Barinholtz (Escuadrón Suicida), Sydney Park (Santa Clarita diet), Clark Gregg (UCM, Agentes de S.H.I.E.L.D) y Amy Poehler, tendrá su estreno mundial el próximo 3 de marzo, a través de la plataforma de streaming Netflix. 

“Animales extranjeros”, de León Plascencia Ñol
La poesía de León Plascencia Ñol ha recorrido un amplio abanico de caminos: de la transparencia al palimpsesto, del intertexto a lo visual, de la experimentación al vacío. Hoy nos ofrece algunas de las páginas más maduras y decantadas de su obra, donde la escritura es improvisación del mundo, variaciones en cadena de la memoria. “Durante un tiempo creí que había/ que suprimir la anécdota del poema, dejarlo/ casi estéril. Ahora dejo que aparezcan/ y se mezclen los momentos”, nos dice el poeta, apuntando hacia ese lugar en el que las verdades se entreveran, pues es cierto que “la escritura no devuelve el instante”, pero también que toda presencia resulta más vívida en su descripción: “La luz era más luz/ en medio de la tela”. 

En Animales Extranjeros cada escena está atravesada por imágenes sueltas que forman parte de la evocación o colindan con ella: una gabardina roja atrapada en un fotograma, choques de luz y oscuridad, videos de extraterrestres y fantasmas, emociones que nos poseyeron y ahora resultan distantes. La poesía es un monje que se inmola para ofrecer un momento de iluminación antes de extinguirse; el poema, un lugar de transformaciones: las palabras forman el trazo de un calígrafo sobre la página; en los lienzos de Mark Rothko se abren ventanas hacia borrascas emocionales; el paisaje se vuelve un lenguaje disperso, indescifrable.

El autor sabe que toda experiencia está herida desde su origen, condenada por su esencial transitoriedad. Sin embargo, en estos poemas, en su desasimiento y contemplación, quizá sea posible rehabitar por un instante el tumulto de lo que se ha fugado.