¡Cuidado! Estos errores no deben cometerse con los clientes

Foto: Cuartoscuro

Por David Somoza Mosquera

Tener altas ventas y no solo ser capaz de sostenerlas en el tiempo, sino también de incrementarlas, es el escenario ideal para cualquier empresa. Por eso, es necesario estar en una búsqueda constante de clientes y, sobre todo, de mantener cautivos a quienes se convirtieron en una parte importante de la relación de negocios.

Una buena gestión de clientes pasa, precisamente, por hacer esfuerzos para potenciar la cartera que ya se tiene. Pero esto dependerá de las estrategias que la compañía implemente tanto para conseguirlo, como para evitar aquellas cosas que puedan empujar a los ya cautivos a irse con la competencia. Y más en mercados como los actuales, que apenas comienzan a recuperarse tras una época muy dura marcada por la pandemia.

De allí que sea fundamental conocer y delimitar a los clientes a quienes se dirigirán los productos, tomando en cuenta que sus hábitos cambiaron a raíz de la crisis sanitaria. Así que hay que estudiar muy bien cómo es el comportamiento de quienes comprarán los bienes y servicios que la compañía ofrece. 

El dicho de que “el cliente siempre tiene la razón” si bien no es una verdad tajante, debe aplicarse con mano izquierda cuando, efectivamente, no la tenga. No hay que molestar a quien con sus compras ayuda a mantener abierta y productiva la empresa. 

Por lo tanto, no resulta conveniente ofrecer productos y servicios o ejecutar estrategias si no están acordes con la necesidad del comprador. Eso, además de significar una pérdida de tiempo, también puede generar incomodidad y hará pensar al cliente en buscar otras opciones.

También es importante establecer canales de comunicación, en los cuales los consumidores puedan no solo interactuar y dar su opinión, sino sentir que, realmente, se les escucha, se les entiende y se toman en cuenta sus necesidades. Pues, así como se busca al cliente para venderle, también se debe estar atento a sus requerimientos.

No estar presto a la hora de que alguien necesite aclarar dudas, busque información o tenga alguna queja sobre el producto que recibe es un error que no debe cometerse. En los tiempos que corren, gracias a la tecnología y a los muchos canales de comunicación con los que se cuentan, no hay excusas para no estar presente cuando el comprador lo requiera.

Solo es necesario ampliar cualquiera de los canales de comunicación y, obviamente, atenderlos, mantenerlos al día y con las respuestas a las dudas que puedan surgir. No hay que dejar un problema sin solución. Se deben agotar todos los caminos posibles para encontrar una salida a aquello que tiene en una situación incómoda al cliente. Todos los esfuerzos posibles nunca serán suficientes si realmente no hay compromiso para superar los obstáculos.

El acompañamiento es también uno de los pilares de una buena gestión de clientes. No solo ofrecer y explicar las bondades de un producto, sino también estar presente desde que se decide hacer la compra hasta recibir el feedback de cómo resultó la misma. No transmitirle este interés por parte de la empresa al comprador puede generar desconfianza y, por lo tanto, ahuyentarle.

Así que, ¡cuidado! Hay que evitar errores que ´espanten´ a los clientes.