¿Reír en la oficina?

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Por David Somoza Mosquera

¿Las oficinas necesitan una buena dosis de risa? Sin duda que sí, aunque existe la percepción —yo diría que no está totalmente ajustada a la realidad— que sonreír o hasta soltar una buena carcajada en el lugar de trabajo es incompatible con la seriedad, rigor, productividad, orden y control que debería prevalecer en el ambiente laboral, en aras de alcanzar la eficiencia y eficacia.

De hecho, hay gente que ve con malos ojos que una persona se ría en horas de trabajo. Esto genera, en algunas ocasiones, incómodos momentos dentro de la empresa. Y si bien cualidades como seriedad, orden y eficiencia son apreciables en los empleados, lo cierto es que un toque de humor en el ámbito de los negocios es bienvenido. 

De hecho, responsables de Recursos Humanos han observado que las personas con éxito en el entorno laboral suelen tener buen humor, al menos en algunas ocasiones. Así que, aunque cueste creerlo, el sentido del humor ayuda a desarrollar esas capacidades. Una serie de estudios demuestra el impacto positivo que puede tener en la oficina.

“El lugar de trabajo necesita risas. Según una investigación de instituciones tan serias como Wharton, MIT y London Business School, cada risa o carcajada trae consigo una serie de beneficios para los negocios (…) La risa alivia el estrés y el aburrimiento, aumenta el compromiso y el bienestar y estimula no solo la creatividad y la colaboración, sino también la precisión analítica y la productividad”, se señala en el artículo “Leading with Humor”, publicado en 2014 en Harvard Business Review.

Así que trabajar en entornos que favorecen el humor reportará beneficios tanto para los empleados como para las empresas. Existen pruebas, según los estudios, de que el buen humor cohesiona a los equipos; facilita la comunicación y las negociaciones, pues contribuye a crear una atmósfera más distendida; y ayuda a superar situaciones embarazosas, evitando la confrontación y la ruptura.

Además, los empleados que demuestran ser divertidos son más flexibles, creativos y capaces de reaccionar positivamente ante situaciones de estrés. Y detrás de todo esto hay una explicación médica-terapéutica. La Mayo Clinic afirma que una buena carcajada tiene excelentes efectos a corto plazo: “Cuando se empieza a reír, no solo alivia la carga mental, sino que realmente provoca cambios físicos en el cuerpo”.

Ciertamente, el trabajo debe tomarse con seriedad, pero a veces no está de más sonreír o hasta lanzar una buena carcajada siempre y cuando no incomode al resto del personal. Y como bien dice Alison Beard, autora del artículo “Leading with Humor", “la risa alivia el estrés y el aburrimiento, aumenta el compromiso y el bienestar, y estimula no solo la creatividad y la colaboración, sino también la precisión analítica y la productividad”.

Entonces, ¿reír en la oficina? Por supuesto que sí.