Entrometido con ‘Benito’

Foto: Cuartoscuro

Por Mike Volta

Inundadas están las redes sociales con este desafortunado asunto del joven Octavio Ocaña.

Como era de esperarse, mientras más información se tiene de este desagradable hecho, más confusa resulta la decisión de adoptar una posición informada al respecto. Lo que sí es que los programas de noticias de espectáculos, entrevistas, blogs, etc, están saturados de gente que de la noche a la mañana resultó experta en todas las ciencias: criminalísticas, psicológicas, balísticas y demás disciplinas forenses. 

La credibilidad de las versiones de las autoridades, el actuar de los policías, así como las conjeturas generadas por la multiplicidad de videos que dan evidencia de las conductas y hábitos del occiso, seguirá siendo un misterio enardecido por el enojo y desesperación de quienes se quedaron con la imagen de un tierno niño que te robaba el corazón, mientras veías sus linduras en un programa cómico de TV. 

Yo no veía el programa de “Vecinos” ni tampoco creo que sea válido rendir exagerado culto a la persona ni al personaje. Pero respeto a quienes lo hacen como una vía de escape de tantas situaciones cotidianas que los rebasan. 

Una cosa queda clara. “Tanto va el cántaro al pozo; hasta que se queda dentro”.

Muchos lo entendimos a tiempo; muchos no… hasta que alguien jala los reflectores para darse cuenta. 

No se deja de aprender.

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