Por Carlos Meraz
El antropólogo francés Marc Augé definió “los no lugares” como aquellos espacios de anonimato de la sociedad contemporánea, sitios transitorios y sin el menor sentido de pertenencia: “Con la tecnología llevamos incluso el ‘no lugar’ encima, con nosotros”, destacó recientemente.
Su término acuñado —que se aplica a sitios fugaces que no personalizan ni aportan identidad, tales como un aeropuerto, una autopista, un centro comercial, una habitación de hotel o un supermercado— apareció por primera vez en su obra de 1992, Los no lugares, espacios del anonimato: una antropología de la sobremodernidad.
El neologismo es usado por la cantautora sonorense Ale Zéguer para titular su álbum debut, basado en aquellas relaciones sentimentales pasajeras que fueron parte de un momento que, a la postre, no dejaron marcas indelebles en su vida.
“Significa lugares donde no estamos cómodos, pero ahí estamos porque es necesario o hasta una obligación; son lugares donde no te quieres quedar y si lo haces es por temor a no estar solo, como sucede en una relación sentimental. Hay lugares donde sales ileso y se agradece, pues hay donde sí hay dolor”, explicó.
DOS NOCHES EN EL LUNARIO
Ale Zéguer presentará su primer disco Mis no lugares, con dos recitales en el Lunario del Auditorio Nacional, el 20 de mayo, con boletos disponibles y el 21, con localidades agotadas.
Su álbum cuenta con tres colaboraciones, con Leonel García y Pedro Capó, en los respectivos temas Todo el ruido del mundo y Jardín, este último su quinto sencillo promocional que se estrena este viernes junto con el disco.
“Son 12 temas de mi autoría y al final se agregó una sorpresa, como bonus track, con un texto que es un pensamiento musicalizado de lo que sentía al terminar la grabación”, precisó.
La gira Mis no lugares iniciará en agosto o septiembre y agregó que por ahora se dedicará a promocionar su debut discográfico, así que no compondrá temas para otros artistas, salvo los que tiene pendientes por encargo con el grupo Camila.
