Por Carlos Meraz
El sempiterno mito sexual de Hollywood, Marilyn Monroe, sentenció: “El sexo forma parte de la naturaleza, y yo me llevo de maravilla con la naturaleza”. Esa carga erótica, pero que fluye entre la sensualidad y la lascivia, es parte de la condición humana y musical de la cantante neoyorquina Cyn Santana, para quien ser sexy no es un pecado sino incluso podría ser hasta una bendición.
La exponente latina del rap de 29 años, hija de madre salvadoreña y padre dominicano, tras el éxito de su hit Come lanzó su nuevo sencillo PQNMJ (Pa’ que no me jodan), un tema producido por Dehry y con un videoclip rodado en Nueva York para el mercado hispano, con un mensaje que pretende empoderar a las mujeres.
“Podría ser una declaración de principios ante el macho dominante, pues ya estoy cansada de que los hombres me jodan y gasten mi tiempo, así que por ahora prefiero enfocarme en mi carrera y en mi hijo”, afirmó en entrevista vía Zoom desde Manhattan.
AMIGA DE RIHANNA
Cyn Santana dejó atrás el anonimato y coqueteó con la fama a raíz de su participación en el reality de VH1, Love & Hip Hop New York, pero también es una suerte de Kim Kardashian del rap hispano en Estados Unidos, ya que es modelo y embajadora de la ropa interior femenina Savage Fenty by Rihanna, al igual que de la marca Fashion Nova.
Además de ser una confesa fashionista, la glamorosa rapera es una influencer con una legión de 3.9 millones de fieles seguidores en Instagram y otros 700 mil en Twitter.
“Sé que en algún momento se podrá hacer alguna colaboración con Rihanna, quien es súper chévere, una inspiración y además cambió mi vida”, destacó.
SIN MIEDO A LA SENSUALIDAD
Cyn Santana no sólo es poseedora de una curvilínea anatomía sino también de un discurso liberador de la sensualidad reprimida que, adelantó, será parte de la lírica de su próximo single.
“Creo que musicalmente el mundo se está volviendo latino y lo que viene de La Santana son canciones con mensaje para las mujeres poderosas, de que no tengan miedo a ser sensuales, que no es pecado.
“Las mujeres debemos vivir sin miedo a ser golpeadas o violadas por ponernos un vestido o salir de noche. Sé que todo el mundo no es como Nueva York y no todo es fashion, pero las mujeres no debemos vivir como si estuviéramos en una cárcel”, concluyó.
