Jorge 'Coque' Muñiz: 'El bolero no es aburrido ni anticuado'

Foto: Universal Music

Por Carlos Meraz

El escritor francés y Nobel de Literatura en 1957, Albert Camus, sentenció: “No ser amados es una simple desventura; la verdadera desgracia es no amar”. Esa máxima bien podría acercarse a la definición de romántico, ese sentimiento universal tan ajeno al tedio, la fugacidad y las modas que rigen a la sociedad del siglo XXI.

Creyente de que los boleros son tan atemporales como el amor mismo, Jorge Coque Muñiz lanza el álbum Azulejos 3, una colección con 13 temas, más un DVD del show en directo, idónea  para quienes no se han olvidado de suspirar por esa persona irremplazable ni de esa ilusión de no poder vivir sin el ser amado.

En la producción musical, a cargo de Jorge Avendaño, destacan los temas Cuando me enamoro, El día, Mentira, Tu cárcel y Tatuajes, siendo el sencillo del lanzamiento Mi árbol y yo, original de Alberto Cortés.

“El encanto del bolero es su sonido suave, que te envuelve como el jazz. Desde chavo siempre supe que no sería como mi papá (Marco Antonio Muñiz), pero sí podía llegar a ser un muy buen intérprete sin tener la gran voz”, confesó el cantante tapatío de 61 años.

A SUSPIRAR AL LUNARIO

En 2015, Jorge Coque Muñiz editó el primer volumen de Azulejos, un recital grabado en directo desde el emblemático restaurante Sanborn’s de arquitectura del barroco novohispano, construido en la época virreinal en el hoy Centro Histórico de la CDMX, al que al año siguió un segundo disco y hoy estrena el tercer álbum de la colección, bajo el mismo concepto pero esta vez realizado en directo en el hotel St. Regis del Paseo de la Reforma. 

El próximo 25 de marzo presentará en directo Azulejos 3, en el Lunario del Auditorio Nacional.

“También haré una gira con shows por Morelia, Guadalajara, Monterrey y en la Feria de Aguascalientes con un homenaje a Armando Manzanero, junto con Carlos Cuevas y Rodrigo de la Cadena.

“Al romanticismo y al bolero no hay que confundirlos con cosas viejas. Yo siempre le digo a los chavos que ser romántico no es aburrido ni anticuado, sino algo humano e indispensable, como lo es que te quieran mucho y, sobre todo, lo expresen”, concluyó.