Por Gerson Gómez
El slam y el death wall, son detalles previos.
En el Café Iguana, en el barrio antiguo de Monterrey, los alemanes de Obscura, observan a quienes se pasean frente al escenario.
A las 12 menos 15 del sábado 26 de marzo, la gira A Valediction, los trae a la tierra del norte del país. Las playeras negras, los blue jeans, las botas de trabajo con casquillo.
Steffen Kummerer - guitarras, voces, Christian Münzner – guitarras, Jeroen Paul Thesseling - bajo y David Diepold – batería, retuercen sus instrumentos en la poderosa rutina de quienes practican el headbanger.
El género de Obscura, death metal técnico (del inglés, technical death metal) es un subgénero musical del death metal, que se caracteriza primordialmente por enfocar su composición en estructuras y ritmos complejos.
Sus texturas guturales como con Forsaken, Solaris y Emergent Evolution, le dan inicio sin interrupción.
Quien se encarga del audio, modula por debajo de los monitores de los integrantes. Incluso los abridores, el par de bandas previas, le dieron vuelo no a sus capacidades de composición, sino a la crudeza de las guitarras activas al tope en sus ejecuciones.
Obscura, quienes en alguna época llegaron a presentarse 168 veces al año, demuestran el cuidado y la educación para sus seguidores.
Piezas emblemáticas como The Seventh Aeon, A Valediction, Devoured Usurper, Orbital Elements II, Universe Momentum, Akróasis, Ode to the Sun, The Anticosmic Overload, When Stars Collide, Septuagint e Incarnated, libera los cuerpos maduros más nunca viejos, de una generación de degustadores por la fineza brutal.
