Por Carlos Meraz
El apartado Todos Santos, Día de muertos, del libro El laberinto de la soledad, notable ensayo del ilustre Octavio Paz, sentencia: “Cada año, el 15 de septiembre a las once de la noche, en todas las plazas de México celebramos la fiesta del Grito; y una multitud enardecida efectivamente grita por espacio de una hora, quizá para callar mejor el resto del año”.
Para Valeria Cuevas, la debutante intérprete del género regional mexicano e hija de la famosa exponente de la música vernácula Aída Cuevas, el sentimiento patrio debería extenderse durante todo el año.
“Septiembre con todo su folclor, tradiciones y exaltación nacional debiera durar todo el año y así se festejaría siempre el orgullo de ser mexicano. Pero, eso sí, que fuera ese mes sin sus temblores, evidentemente.
“Este 15 de septiembre cantaré, invitada por mi madre, en un acto televisado organizado por el gobierno del Estado de México, y también la acompañaré en su tour por Estados Unidos, el próximo año”, advirtió la cantante.
LOS CUEVAS LA RESPALDAN
Aunque desde niña tomó clases de música e incluso a los ocho años debutó en televisión nacional, cantando al lado de su progenitora en Las Mañanitas a la Virgen, tras coquetear con el modelaje, actuación, doblaje y la conducción, a los 25 años Valeria se decidió por su más grande pasión y de paso continuar con la tradición familiar, y lanza su primer sencillo Las traicionadas, escrito por su hermano, Diego Cuevas, en coautoría con Arturo de la Fuente.
El tema, estrenado el 10 de septiembre en todas las plataformas musicales, fue producido por su otro hermano, Rodrigo Cuevas, galardonado con el Grammy y Latin Grammy, y la producción ejecutiva corrió a cargo de su madre.
“Es una canción de infidelidad, pero también de empoderamiento y amor propio con una historia actual para que el público joven se identifique.
“El álbum saldrá en el primer trimestre de 2022 y este año habrá otros dos sencillos. El siguiente será un dueto con Aída Cuevas”, explicó.
Su debut incluirá 12 temas, la mitad serán inéditos y la otra versiones de clásicos del cancionero nacional, como Luz de luna, de Álvaro Carrillo y conocido en voz de Javier Solís, así como otros popularizados por Lola Beltrán, Lucha Villa y Juan Gabriel.
“Es un guiño a las nuevas generaciones para que se acerquen a la música regional mexicana y conozcan algunas joyas perdidas”, concluyó.
