Por Carlos Meraz
Frida Kahlo acuñó la motivadora máxima: “Pies, ¿para qué los quiero si tengo alas para volar?”. La frase de la pintora mexicana más universal bien podría aplicarse a la vida y obra del disc-jockey jarocho, Roberto Matthews, conocido en la escena de la música electrónica como YoSoyMatt, quien frente a su mezcladora, computadora y postrado en “su trono”—como concibe a su silla de ruedas— suele bailar a través de los pies del público, según proclamó en su reciente show en la última edición del Electric Daisy Carnival (EDC), en el Autódromo Hermanos Rodríguez: “¡No se necesitan piernas para bailar!”.
El músico nacido hace 36 años en Papantla, Veracruz —de los cuales 21 ha permanecido en silla de ruedas debido a una distrofia muscular, una enfermedad genética y degenerativa— es el primer DJ discapacitado que es parte del cartel del EDC y con su música original, denominada electro-latino o neo-tropical, tiene 28 millones de streams en Spotify, con medio millón de escuchas mensuales, y su emblemático tema La niña del volcán se hizo viral dentro de la música electrónica.
“Siempre me gustó mezclar en fiestas y a los 18 años iba con mis bastones y les decía a mis amigos y, sobre todo, a mi hermano Memo que bailarán por mí.
“Soy un proveedor de ritmos y momentos, y el público es mi proveedor de magia. Yo no monto shows, el espectáculo es para mí con la gente, a la que observo desde mi trono que me empodera, porque en los shows ya no es mi silla, es mi nave espacial”, advirtió.
UN DJ INQUEBRANTABLE
A YoSoyMatt la discapacidad no lo define sino sus habilidades como músico, pinchadiscos y, sobre todo, la actitud inquebrantable con una sorprendente claridad para entender eso que llamamos vida, que para unos es complejo y para otros hasta inconcebible.
“Hay una frase de Un tranvía llamado deseo que dice: ‘Siempre puedes confiar en la bondad de los extraños’. Así que cuando voy por la calle en silla de ruedas voy tirando sonrisas y me sobran manos. Dice un proverbio chino: 'Si caminas solo, irás más rápido; si caminas acompañado, llegarás más lejos'.
“Agradezco lo que tengo, pues me forjó para ser quien soy y si volviera a nacer no le cambiaría absolutamente nada a mi vida. Es necesario llevar dentro de uno mismo el caos para poder poner una estrella en el universo”, aseguró.
Con tres álbumes en su carrera (Cosmos tropicale, de 2018, Atlas, de 2019, y Polocorp — DJ de Polo & Pan que incluye La niña del volcán, así como un reciente EP, Once upon the sea), el músico veracruzano radicado en la CDMX contempla editar uno con música disco, otro de huapangos y escribir un libro.
Su último lanzamiento es una colaboración con Desta French en Ojos negros, una fusión de electrónico con hip-hop y latin soul.
“Siendo jarocho busco una electrónica que no sea de fácil digestión ni descafeinada. No se necesita velocidad ni 125 beats por minuto para bailar. Por eso yo le bajo los bpm le pongo mensaje y la tropicalizo”, concluyó.
