Algunas consideraciones sobre estas elecciones

Foto: Cuartoscuro

Por Marcelo Fabián Monges / Escritor y periodista

Martes 8 de junio de 2021

La primera conclusión que hay que sacar de los resultados de las elecciones de este domingo 6 de junio, es que, nos guste o no, Morena no está muerta para el 2024.

 

La segunda conclusión que hay que tener clara, es que de no haber existido la alianza PAN-PRI-PRD los resultados habrían sido catastróficos y Morena se hubiera llevado la mayoría calificada en el Congreso, muy probablemente la mayoría de las alcaldías en la CDMX y aún más gubernaturas.

La tercera conclusión que, muy probablemente todo México tengas clara, es que Movimiento Ciudadano cumplió muy bien su misión de dividir el voto.

Si Movimiento Ciudadano hubiera aceptado jugar un rol histórico para frenar los ímpetus autoritarios de López Obrador yendo en alianza con el PAN-PRI-PRD otro gallo cantaría y Morena hubiera tenido un resultado mucho menos favorable en la suma de los votos de todo el país.

Pero Dante Delgado, dueño de Movimiento Ciudadano, eligió hacer su propio negocio, sin importarle el avance del autoritarismo, la futura dictadura, la extensión del mandato, etc.

Hay otros factores decisivos en los resultados de estas elecciones. Uno de ellos lo constituyen los millones de mexicanos que no salieron a votar. Ellos no pueden hablar de amor por México, ni de responsabilidad social, ni cívica, ni de conciencia colectiva, ni siquiera de que son conscientes de que les importa su propio destino.

Hay otros factores que influyen desde luego, como por ejemplo los millones de mexicanos que ven el proceso de vacunación como un favor del gobierno, o las ayudas sociales, las dádivas de López Obrador de 3,500 pesos como un favor que otros no les dan.

Morena con sus aliados tiene la mayoría simple en el Congreso. Eso de que no tiene la mayoría calificada es relativo porque la pueden conseguir. Movimiento Ciudadano ha votado en el Congreso junto a Morena más de una vez. Dante Delgado es perfectamente comprable para López Obrador. Y con Movimiento Ciudadano no serían muchos más los diputados a comprar para tener la mayoría calificada.

Lo que está claro es que hay mucha gente que no aprende hasta que las cosas no le suceden. No es fácil explicarle a alguien que nunca vivió bajo una dictadura todo lo que significa, y que por más que crea que no le habrá de afectar en la vida personal, nada en todo el país escapará a los efectos de esa dictadura.

Si Morena significa el subdesarrollo mental, el mal gusto, el autoritarismo, la dádiva, el gobernar sin planificar, la maña, el atropello, la falta de respeto a las mujeres, entre otras lindas virtudes, hay que tener claro que hay millones de mexicanos que se identifican con eso. Y cuando alguien o millones de personas ven el subdesarrollo mental como lo más alto a lo que pueden aspirar, bueno, el resultado está muy jodido.

En la Ciudad de México los resultados para Morena son desastrosos. Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard deberían enterarse de que sus aspiraciones presidenciales solo pueden seguir vivas en sus fumadas de mota.

López Obrador se ha postulado como el presidente anticorrupción, aunque ha tolerado la propia y no ha metido a un solo preso por corrupción. Sin embargo, a los que votaron por Morena o no les importa o no se han enterado.

A la oposición le falta mucho por aprender. Por ejemplo, que sin buenos candidatos por más alianzas que hagan o por más malos que sean los que estén en el poder, no necesariamente tienen una elección ganada.

Para el 2024, si la oposición se lo propone y trabaja desde ahora, podrían ganar la Ciudad de México y terminar con el flagelo que han significado a la hora de los resultados los gobiernos de izquierda en esta ciudad.

Pero la oposición tiene que saber que si no trabaja desde ahora para el 2024 construyendo estructuras, alianzas, una lucha territorial casa por casa y se queda en las redes sociales, bien podría quedar en la posición del PRD en 1997, gobernando la Ciudad de México pero sin tener la presidencia de la República. Y entonces, el proyecto de convertir a México en la Venezuela del Norte, de López Obrador, con sus matices, podrá convertirse en realidad por muchos años.

Por lo pronto, López Obrador seguirá imponiendo la agenda pública. La oposición seguirá caminando el camino del menor esfuerzo. Y esos dos aspectos nada más, no traen buenos presagios, por el contrario, prometen negras nubes sobre los cielos de México.

El 22 de junio del 2020 escribí en este espacio una columna que se titulaba, La BOA que México Necesita [1]. En ella hablaba de la necesidad de una alianza que incluyera al PRI, al PAN y al PRD para frenar a Morena. En ese entonces nadie hablaba en público sobre la posibilidad de incluir al PRI en una alianza de ese tipo. La alianza finalmente se hizo realidad y cumplió un gran papel en estas elecciones. Sin esa alianza hoy Morena tendría la mayoría calificada en el Congreso.

Ahora tanto la sociedad mexicana como la oposición necesitan hacer otro aprendizaje, es simple, pero sin él, López Obrador les pasará por encima otra vez. Es el aprendizaje de que la democracia se defiende en las calles. Ya no tuvieron el Congreso para frenar a López Obrador, y en este ajedrez, López Obrador seguirá atacando e imponiendo, y aún se puede llevar por delante los organismos autónomos y hasta la Constitución. Los que crean que no, no saben ni contar votos en el Congreso ni cómo se negocia en él o se compran ausencias, abstenciones, o votos.

El hecho de que se haya publicado la extensión del mandato del Ministro Zaldívar, algo claramente inconstitucional, al día siguiente de las elecciones es un muy mal signo, y deja muy claro qué es lo que se puede esperar de este gobierno, traiciones, imposiciones, y más traiciones.

La sociedad mexicana también tiene que aprender que la democracia no se termina en las urnas. Se construye todos los días. Y por lo tanto, lo que no fueron capaz de conseguir en las elecciones de este domingo para asegurar la democracia, lo tendrán que conseguir de otra forma.

Está claro que hay millones de mexicanos para los que el hecho de que los niños con cáncer no tengan medicamentos, o no haya medicamentos en los hospitales, o este gobierno solape la corrupción propia como lo hacían los otros, o no planifique los proyectos que empieza y por lo mismo vayan a ser un completo fracaso, a ellos eso no les importa mientras tengan su ayuda social de 3,500 pesos. También hay quienes se identifican con el odio o con el resentimiento que representa López Obrador. Este tipo de fenómenos no es la primera vez que sucede. Ahí tenemos las causas por la que se identificaron los votantes con Donald Trump, o los motivos por los que la Alemania nazi se identificó con Hitler. López Obrador no es Hitler, no va a comenzar una Tercera Guerra Mundial, pero sí es el mejor representante del subdesarrollo mental, y hay sectores muy importantes de la población que comparten esta mentalidad.

Hay gente que sí supo identificar a un mal candidato. Ahí está el caso de Alfredo Adame tal cual no lo votaron ni sus amigos, si es que tiene.

Hay que mirar otros aspectos de esta elección. El mal desempeño del PRI. Con un dirigente como Alejandro Moreno, que no supo ni recuperar a su partido de la derrota del 2018 pero quiere ser presidente y que trabajó esta elección como si el PRI ya no tuviera estructura. El pobre desempeño del PRD que ha conseguido muchos menos diputados que el partido verde.

Y un fenómeno que es para el debate. ¿Por qué pese a las imágenes de abuso y falta de respeto a las mujeres, que se pudieron ver en todo México, gana de cualquier forma alguien como David Monreal en Zacatecas? ¿Las mujeres de ese estado no votan? ¿No les importa que las gobierne un patán y un abusador de esa naturaleza? ¿El machismo mexicano permite que los hombres vean bien actitudes como esas o estén por encima de esas cosas? En Guerrero un escenario parecido o mucho peor en realidad, porque Félix Salgado está acusado de violación y todo el mundo sabe que votar por su hija era votar por Félix Salgado. Entonces hay varias cosas por descubrir todavía. Por ejemplo, si hay una clase de ciudadanos, que como en Guerrero, no les importa cómo sea el candidato que vaya a gobernar, mientras alguien les indique por quién votar o les compre su voto, o si de verdad a las mujeres de Guerrero no les importa que el que haya ganado la elección sea Félix Salgado acusado de violación, aunque en la boleta electoral haya estado su hija, o si hay un México bárbaro a cuyos hombres el hecho de que llegue un violador a gobernar un estado no les preocupa y toman delitos y actitudes como estas como normales. O, por ejemplo, ¿Por qué en Sonora gana un sujeto como Alfonso Durazo cuyo trabajo en la Secretaría de Seguridad Federal no tuvo ningún resultado? Hay que preguntarse si los sonorenses a la hora de votar no miran los resultados del trabajo de quién votan. ¿O si en realidad el crédito de Durazo es haber contribuido a la liberación del hijo del Chapo Guzmán y como ahí mandan ellos también manejan la operación electoral?.

Creo que los resultados de la elección del pasado domingo merecen aún muchos debates y muchos análisis. Pero hay algo que queda claro. En el México de hoy las razones por las que han ganado algunos candidatos están muy lejos de haber sido porque eran los mejores para gobernar esa sociedad, o su estado. Algunos triunfos responden a otras razones, más viles, más sagaces, que nada tiene que ver con que ganara el mejor candidato posible para gobernar. Hay que ser capaces de mirar cuánto de la falta de decencia que hoy muchos vemos en el gobierno de López Obrador, y algunos más en buena parte de la clase política, proviene de una falta de decencia de algunos sectores sociales, o falta de cultura, le podríamos llamar. Ese análisis es para una tarea.

Y no se olviden, con un traidor basta. Movimiento Ciudadano cumplió ampliamente su misión de dividir el voto. Veremos qué hace en la Cámara de Diputados para secundar a Morena.

Samuel García ganó Nuevo León haciendo payasadas en Tic Toc. Algo difícil de creer.

El PRI perdió todas las gubernaturas que tenía. Debería ser para una profunda reflexión. No alcanza con oponerse a lo malo, para poder hacerlo y ganar hay

que gobernar bien. Algo que evidentemente la oposición, o muy buena parte de ella, todavía no ha aprendido.

Pero hay que ser correctos políticamente, ya ven que en México esto es una exigencia, aunque los estén matando. Por lo tanto, hay cosas de las que no se hablan. Es mejor repetir las palabras correctas políticamente de que agradecemos al INE y a los ciudadanos y con esas no se falla.

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[1] https://www.diariodemexico.com/espada-de-dos-manos/la-boa-que-mexico-necesita