El pesimismo de la OPEP

Por Moris Beracha

La situación en la industria petrolera y en el mercado a futuro del crudo pareciese no tener buenas expectativas por lo menos en el corto y mediano plazo.

La Organización de Países Exportadores de Petróleo llevó a cabo esta semana su última reunión del año y advirtió que prevén que la crisis en el mercado de exportación se mantenga hasta bien entrado 2021.

“El impacto de la pandemia en la industria del petróleo es tremendo y resonará en los años venideros”, manifestó el actual presidente de la organización, Abdelmadjid Attar, al inaugurar la 180 conferencia ministerial.

En el transcurso del encuentro, los socios de la OPEP debatieron sobre la posibilidad de seguir avanzando en la tercera fase del gran recorte iniciado en mayo, para minimizar las consecuencias que en el mercado exportador ha tenido la expansión de la pandemia.

Durante su discurso inaugural, destacó que los avances para el desarrollo de vacunas contra el COVID-19 han hecho posible el repunte en los precios del crudo en niveles que no se observaban desde el mes de marzo pasado. No obstante, atendiendo a que esta situación puede ser coyuntural, pidió paciencia y cautela.

Por otra parte, alertó que las proyecciones apuntan a que no se observe estabilidad en los precios del crudo hasta bien entrado 2021. En tal sentido precisó que el camino por recorrer es largo y lleno de dificultades. Según los pronósticos, la demanda mundial del “oro negro” se reducirá este año en 9,8 millones de barriles diarios (mbd) con respecto a 2019, y se prevé que para 2021 se recupere la producción de unos 6,1 mbd. No obstante, ello no superará las cifras del pasado año, cuando la producción estuvo cerca de lograr los 100 mbd.

Como se recordará, el tema de los recortes de producción ha generado acaloradas discusiones en el seno de la organización. El llamado grupo OPEP+, el cual está integrado por un grupo de países entre los cuales destaca Rusia, son ganados a la iniciativa de comenzar a abrir el grifo del bombeo, es decir, aumentar la producción a partir de enero de 2021. Mientras tanto, la posición del “otro bando” es extender el recorte de la producción por varios meses más.

Las negociaciones apenas comienzan y, sin duda alguna, al final, pese a los obstáculos, siempre se consigue llegar a acuerdos beneficiosos para las partes involucradas.

Si el actual presidente de la OPEP prevé un panorama poco optimista para los meses venideros, lo más probables es que las discusiones se centrarán en cuál de los escenarios posibles de negociación será el que menos afecte a las economías cuyos ingresos, en su mayoría, dependen de la industria extractiva.