Por Moris Beracha
La irrupción del Bitcoin en la economía mundial hace algunos años trajo consigo interesantes cambios en los patrones de conducta de los inversionistas “tipo”. En 2009 muy pocos apostaban a aventurarse en un mundo hasta entonces desconocido, en el cual subsistía una suerte de dinero intangible, que además no estaba garantizado por algún ente emisor y que no tenía fronteras.
¿Cómo entonces arriesgarse? Los primeros encuentros con el Bitcoin eran casi que una “cita a ciegas”, ya que era escaso el conocimiento de los posibles inversionistas en lo concerniente a la operación y manejo de activos digitales.
No obstante, con el pasar de los años, la situación cambió. Quizá el efecto pandemia vino a acelerar el futuro de los criptoactivos y un mayor número de personas y de empresas, comenzaron a interesarse en el tema y a apostar fuertemente en esa opción financiera.
Si antes eran tan solo un grupo de jóvenes, profesionales, interesados en las nuevas tecnologías, con mentalidad abierta para incursionar en el entonces desconocido mundo de los criptoactivos, esa tendencia cambió definitivamente...
En su mayoría son del género masculino, aunque un estudio realizado en Colombia hace referencia a que con mayor frecuencia las mujeres están incursionando en este mercado, entre los 20 y 30 años de edad.
En este mismo instante, en el cual usted está leyendo este artículo, se siguen sumando a esta corriente un sin número de personas que buscan preservar sus ahorros, y que además no requieren retorno de la inversión a corto plazo.
De acuerdo con un estudio de la plataforma SeSocio, la mayoría de las personas que invierten en criptomonedas está empleada y tiene casa propia. De igual manera se clasifican en un rango de edad que oscila entre 25 a 40 años, aunque se ha observado también que un grupo con edades superiores al promedio está evaluando la posibilidad de invertir. De igual manera se ha identificado la población en cualquier estrato socieconómico, ya que es factible invertir en pequeñas cantidades.
El Bitcoin, así como la mayoría de los criptomonedas, está comenzando a ser visto como alternativa de ahorro, no obstante lo que dicen los detractores. Lo importante en todo caso, es buscar la asesoría necesaria y ponerse en manos de profesionales.
Así que, sin importar su condición demográfica, su estrato social, su edad, el género y otras características, si usted quiere invertir en criptoactivos este es el momento. Solo bastan la disposición, los recursos y las ganas.
