Alcancías que transforman al instante dinero físico en digital

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Por Luis Otero Cervela

Coink, una fintech creada hace seis años por un grupo de profesionales colombianos, busca incentivar el ahorro en ese país a partir de 50 pesos en adelante. Idearon desarrollar una ‘alcancía’ con la finalidad de ofrecer una nueva opción que facilite a la población el acceso a los servicios financieros.

Los fundadores, ya con experiencia en el sistema financiero, buscan que las personas puedan bancarizarse con la menor cantidad posible de condiciones y requisitos, y que de esta forma desarrollen un hábito diario de ahorrar, mientras ven cómo crecen los ingresos en sus cuentas.

Para pasar de lo físico a lo digital, los creadores de Coink construyeron alcancías de grandes dimensiones en forma de cerdo y las ubicaron en lugares estratégicos en las ciudades de Medellín, Bogotá y Cali. 

Actualmente, hay unas 50 de estas máquinas, en las cuales los interesados pueden depositar sus monedas de manera física y luego, a través de una app, controlar el monto del ahorro.

Sin embargo, como en todo comienzo, las dificultades estuvieron presentes.  Para seguir adelante con el desarrollo de Coink, tuvieron que pasar por el proceso de autorización de la Superintendencia Financiera, por cuanto estaban “captando dinero” mediante los depósitos en las alcancías. Para ello, se requería del permiso de esa instancia, lo que les tomó dos años. Finalmente, obtuvieron la respectiva licencia para operar bajo la figura de Sociedad Especializada en Depósitos y Pagos Electrónicos.

Una de las metas que se han propuesto con las alcancías es que los usuarios puedan ahorrar, por ejemplo, para pagar sus matrículas educativas, ya que la mayoría de las alcancías se encuentran en las sedes de varias universidades. El dinero puede ser retirado en los llamados “corresponsales no bancarios”, con el beneficio de que al ser depósitos electrónicos están exentos del impuesto que se cobra a las transacciones de hasta 2 millones de pesos. También se puede tener acceso al ahorro a través de una tarjeta de débito en alianza con Visa.

Oficialmente, la operación arrancó durante el primer trimestre del pasado año, y para la fecha ya cuentan con unos 40 mil afiliados y con la meta de alcanzar unos 150 mil usuarios para el primer semestre de 2022. En total han captado recursos cercanos a los 3 mil millones de pesos (unos 800 mil dólares).

Se trata de una excelente iniciativa para promover la inclusión financiera y sus creadores esperan poder expandir las alcancías por América Latina en el transcurso de los próximos años. Sin embargo, no hay que esperar tanto. Proyecto como estos deberían estar desarrollándose no solo en Colombia sino el resto de los países de la región. 

Servicios financieros novedosos —como estas alcancías que transforman al instante dinero físico en digital— representan beneficios para la población y más si aún no está bancarizada.