Las mentiras que pueden ser verdades

No dudo que Raymundo Riva Palacio sea un periodista controversial, el cual es señalado de ser un “chayotero” o crítico feroz del presidente López Obrador. Para todos los que han leído sus columnas de El Financiero o Eje Central, muchas de las veces publica críticas sobre el presidente o cuestiones del gabinete federal. 

El periodista Raymundo puede ser tachado de lo que sea, y en efecto, no lo defiendo, pero hay algo que los seguidores de AMLO o periodistas pro AMLO no se han cuestionado: Si fuera verdad que Alfonso Romo le presentó su renuncia a Andrés Manuel, ¿quién pudo haberle pasado esa información a Raymundo?

Lo importante aquí es saber, quién es el filtrador de toda esta información sensible o en qué dependencia federal se encuentra; pero lo más lógico sería pensar que esa persona debe ser alguien muy cercano a la presidencia o al mismo presidente de la República. 

No es la primera vez que se escuchan rumores de funcionarios del gabinete federal que le presentan su renuncia al presidente y después él no se las acepta. ¿Son verdad los rumores que han pasado sobre las renuncias de tres secretarios de Estado? 

Desde enero-febrero corrió el rumor sobre las tres veces que la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, le presentó sus renuncias al presidente; y éste no se las aceptó. En pocas palabras, nunca se supo si fue verdad o no, pero dejaba una huella en que las cosas estaban mal ya desde esas fechas. Vuelvo a preguntar: ¿Quién fue el que filtró esa información a los medios? 

La carta al Rey Felipe VI no tiene que ver con una renuncia, pero fue un escándalo político-diplomático creado en mayor medida por la esposa del presidente. ¿Quién filtró la información sobre dicha carta? Algunos analistas y expertos en política, han comentado que en esa ocasión fue Marcelo Ebrard, debido a la mala relación que tiene con Beatriz. Otros analistas lo defendieron. 

Se rumoraba que el “traidor” estaba en Palacio Nacional. ¿Quién pudo ser? Todo ha quedado en un limbo.

El periodista Fausto Pretellin afirmó en una de sus columnas que el canciller Marcelo Ebrard le presentó su renuncia al presidente López Obrador el pasado 2 de abril; pero luego salió el vocero de la SRE a desmentir tal declaración.

 Haya sido verdad o mentira, esta es otra suposición que ya iba en una secuencia de posibles renuncias. Una vez más, ¿quién es el traicionero ante todo esto?

Por el momento sabemos de por lo menos tres secretarios “de peso pesado” que le han presentado su renuncia al presidente, ¿existen otras personalidades del Gobierno federal que ya le hayan presentado su renuncia a Obrador, pero no lo sabemos?

Pongo yo mismo los nombres: Arturo Herrera, subsecretario de SHCP. Carlos Urzúa, secretario de Hacienda. 

Esos dos nombres son elementales en el gobierno, especialmente por ser los pilares que han tenido que resistir de todo y que han sacado a flote al país en términos económicos estos primeros 5 meses de administración obradorista. 

Simón Levy, exsubsecretario de Turismo, renunció a su cargo por “cuestiones personales”. En este caso, sería un poco atrevido hablar sobre otra cuestión. 

Regresando al tema de Alfonso Romo, me parece algo muy delicado el escándalo que presentó Raymundo Riva Palacio en sus columnas. 

Se comenta que por el momento, Romo es un soporte para Obrador en el sector de la IP, pero también se sabe, que los empresarios mexicanos no tienen un muy buen sabor de boca con el jefe de la Presidencia; esto por prometer cosas y luego los mismos empresarios se enteran que se cancela un proyecto importante. Un claro ejemplo es la cancelación del NAIM. 

Se sabe que Alfonso Romo tiene diferencias con Carlos Urzúa, todo esto debido a que el presidente López Obrador le estaría haciendo más caso al secretario de Hacienda y no al jefe de la Presidencia. 

El día 7 de mayo, después de que se supiera esta filtración, el equipo de Alfonso pidió espacios en la prensa para desmentir tales hechos y decir que todo estaba bien, que no había ninguna diferencia entre Romo y Obrador. 

Tan relegado está Romo, que las malas lenguas dicen que no tiene una oficina en Palacio Nacional, sino que trabaja desde Los Pinos en una oficina que construyó el presidente Felipe Calderón. Otra cosa que resultó bastante penosa para Romo, fue el hecho que en la Feria Aeroespacial en Santa Lucía, no le pusieron una silla, pues se les olvidó. ¿Cómo ven?

Se comenta, que el empresario de Monterrey está disgustado por el maltrato que le ha dado el presidente y por el apoyo a Urzúa. 

Andrés Manuel salió a decir que todo fue un invento y que los que sacaron esa información antes cobraban a los gobiernos por sus servicios. 

Por el momento todos siguen en sus puestos, pero las filtraciones se siguen dando y abren sospechas que las mentiras pueden ser verdades. 

¿Quién o quiénes son los traidores de la cuarta transformación?