COPRED hace un llamado para atender los impactos en la salud mental de los menores de edad

Ciudad de México.- El pasado 19 de agosto del año en curso, la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración del Gobierno federal informó sobre el impacto de la pandemia en la infancia en México.

Se mencionó que el confinamiento, las restricciones a la movilidad, la suspensión de clases y otros factores han impactado las etapas de desarrollo y salud mental de las infancias por segregación social y falta de convivencia comunitaria.

El suicidio entre infancias y adolescencias alcanzó cifras históricas: en 2019 se dieron mil 159 suicidios en estos grupos, lo que implica que la tasa aumentó un 12% entre 2019 y 2020. En particular, los suicidios de menores entre 10 y 14 años aumentaron 37%, y 12% en mujeres adolescentes entre 15 y 19 años.

Durante esta pandemia, los adolescentes han pensado más en suicidarse: las ideas suicidas en esta población aumentaron de 5.1% a 6.9%, y la conducta suicida de 3.9% a 6.0%, de 2018 a 2020.

Estos datos son particularmente relevantes en la conmemoración del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, establecido por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyo objetivo es generar conciencia en torno a la prevención del suicidio en todo el mundo.

Para 2021, el tema propuesto por la IASP es “Crear esperanza a través de la acción”, para reflejar la necesidad de la atención y acción colectiva para atender el problema urgente de salud mental agravado a raíz de la pandemia, especialmente en infancias y adolescencias.

También se hace mención que a las estadísticas sobre suicidio se ha sumado un incremento significativo en la violencia familiar durante la pandemia. Entre los meses de marzo y junio de 2021, se registraron máximos históricos, es decir, 129 mil 20 carpetas durante el primer semestre de este año, que representa un incremento del 24% respecto de ese mismo periodo del año anterior.

Además, de acuerdo con la información de la Subsecretaría, el 75.78% de las lesiones a menores de 18 años ocurrieron en el hogar y en el 73.29% de los casos la persona responsable tenía algún parentesco con la víctima. El 81.6% de las víctimas fueron niñas y mujeres adolescentes.

Durante 2020, el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED) documentó los impactos diferenciados que la pandemia ha tenido en infancias y adolescencias en su informe Impactos diferenciados por covid-19: diálogos con organizaciones de la sociedad civil, e hizo particular énfasis en la atención de su salud mental, cuyas afectaciones derivan del aumento a la violencia al interior de los hogares, y los altos niveles de ansiedad y estrés a causa de la presión para cumplir con el exceso de trabajo escolar o por el desempleo de sus padres o madres.

Esto, aunado a que en muchas entidades del país la atención psiquiátrica para menores no es suficiente en los servicios públicos de salud y las adicciones a sustancias también se han agravado.

La IASP alertó que los suicidios e intentos de suicidio tienen un efecto dominó que afecta a las familias, comunidades y sociedades en las que se desarrollan las personas, debido a factores de riesgo asociados como pérdidas laborales o financieras, traumas, abusos, condiciones de salud mental, uso de sustancias y la desigualdad de condiciones en el acceso a la atención médica, que se han profundizado y evidenciado con mayor fuerza durante la pandemia por covid-19.

En este Día Mundial de la Prevención del Suicidio, la COPRED llama a que todos los actores de la sociedad volteemos la mirada y unamos esfuerzos hacia una prevención del suicidio y atención a la salud mental de infancias y adolescencias libre de prejuicios y estigmas, que ponga en el centro la dignidad y los derechos de las personas que viven con condiciones de salud mental, particularmente las infancias que pueden estar en riesgo de desarrollar ideas suicidas.

Esto sin dejar de lado el fortalecimiento de las medidas preventivas sanitarias, que incentiven el cuidado comunitario y el autocuidado para continuar evitando la propagación del virus.